El Rey ha afirmado este sábado que la pandemia ha abocado al país a una “encrucijada”, como otras que vivió en el pasado, que requieren actuar desde “una unidad profunda en los valores compartidos” y con “solidaridad” entre las personas y territorios de España.Felipe VI, junto a la reina Letizia, ha presidido la tradicional ofrenda al apóstol Santiago en la iglesia de San Martiño Pinario, en su visita a la capital gallega dentro de su gira por las comunidades autónomas para expresar su apoyo ante el escenario de incertidumbre que ha dejado la crisis sanitaria. “La gesta jacobea nos enseña que son las ideas de fraternidad y unidad las que mejor germinan en el espíritu de los pueblos, moviéndolos hacia grandes logros”, ha sostenido el jefe del Estado.Ese logro, ha proseguido, consiste hoy en día en ser capaces de “aminorar el impacto de la crisis, sin merma de la solidaridad entre personas y territorios que los españoles consagran en la Constitución”. “Debemos afrontar las consecuencias sociales y económicas de la pandemia, que requieren una unidad profunda en torno a nuestros valores compartidos y un compromiso firme con la búsqueda del bien común”, ha completado el monarca, tras recordar que ya en el pasado España se enfrentó a “encrucijadas”. A juicio de don Felipe, la última prueba de solidaridad se dio durante el estado de alarma, cuando España “actuó al unísono”, y los ciudadanos, “geográficamente distantes, se sintieron unidos en una causa común, en una lucha compartida”.Como ya recalcara en el homenaje a las víctimas de la covid-19 el pasado día 16 en el Palacio Real, el Rey ha considerado fundamental actuar de manera “incesante” con espíritu de “concordia y entendimiento” para reafirmar “el sentido más profundo de comunidad”. Ante los rebrotes que se extienden por el país, don Felipe ha apremiado a mantenerse “diligentes y prudentes”. Ha reconocido que los dilemas que ha generado la pandemia son “enormes y no solo afectan a la salud o la economía, sino también a la confianza de las personas en el futuro”. Ante este escenario de incertidumbre, Felipe VI ha subrayado que “nada mejor que evocar al Apóstol”, dado que su memoria consiguió que “una tierra considerada el fin del mundo se convirtiera en el principio de la unidad de España y de Europa”. “Le pedimos al Santo Patrón de España que siga siempre a nuestro lado inspirándonos y protegiéndonos”, ha rogado el Monarca en su invocación jacobea. En esta causa colectiva, ha remarcado que “la vocación y el deber de la Corona es ser punto de encuentro que permita recorrer unidos y en libertad el camino” de la historia. Para don Felipe, España no está sola en la lucha contra la crisis, sino que cuenta con la UE, que “cubre hoy una etapa trascendental en la que no cabe la fragmentación”. El reto europeo, ha añadido, consiste en salvaguardar los valores democráticos y consolidar el proyecto compartido con medidas solidarias que permitan avanzar con mayor seguridad y solidez. Es la segunda vez que los Reyes presiden la veneración al Apóstol el Día de Galicia, después de que lo hicieran en 2014 pocas semanas después de la llegada al trono de Felipe VI.Con la mirada puesta en la celebración del Xacobeo el próximo año, don Felipe se ha felicitado de cumplir con una tradición como la ofrenda que “resuena en el corazón de Galicia, que es a su vez corazón de España y de Europa”. “El arraigo de tradiciones como esta se debe a que han sido forjadas por los pueblos. Son necesarias porque suponen un anclaje en el transcurrir del tiempo, ofrecen perspectiva a nuestros problemas, elevan el espíritu y fortalecen la unidad”, ha reflexionado. Además de rememorar a las miles de víctimas de la covid-19, “cuyo recuerdo debe acompañarnos siempre”, ha reconocido “el impagable sacrificio” de miles de ciudadanos de diferentes colectivos que “combinaron la entrega sin límites con una profesionalidad extraordinaria”. Los Reyes han estado acompañados por el presidente de la Xunta de Galicia en funciones, Alberto Núñez Feijóo; el del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; y la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, entre otras autoridades, todos ellos protegidos con mascarilla.
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