La continuidad de Niko Kovac como entrenador del Bayern pende de un hilo tras la humillante derrota sufrida por el campeón alemán el sábado en el campo del Eintracht Frankfurt (5-1). Kovac se juega el cargo en los dos próximos partidos, contra Olympiacos el miércoles en Champions y contra el Borussia Dortmund el sábado en Bundesliga, en Der Klassiker del fútbol alemán. La cúpula del Bayern, reunida en la noche del sábado, decidió no destituirle de inmediato, sino darle esta última oportunidad.
Uli Hoeness, presidente del consejo, y Karl-Heinz Rummenigge, director-gerente, trataron el tema en la sede del club y decidieron aplazar cualquier despido hasta ver lo que pasa en estos dos encuentros.
“Sé cómo funciona el fútbol. No soy un ingenuo. Lo que yo piense no tiene importancia, hay que preguntar a quienes tienen que tomar la decisión”, manifestó el propio Kovac. El croata dirigió este domingo el entrenamiento del equipo, pero a puerta cerrada, cuando de inicio estaba previsto que fuera abierta.
Hace un año Kovac ya estuvo a punto de ser destituido, pero el equipo a nivel doméstico reaccionó y logró Bundesliga y Copa. En Champions le apeó en octavos el Liverpool, después campeón de Europa.
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