Un grupo de ultras rusos abandonó este viernes el estadio del Zenit de San Petersburgo antes de que terminara el primer tiempo en el partido de la Liga rusa que le enfrontaba al Dinamo de Moscú y que ganó el equipo local (3-0), con goles de Azmoun, Ivanovic y Dzyuba. La deserción momentánea de estos ultras se produjo por parte tanto de los locales como de los visitantes. Los del Dinamo de Moscú se marcharon a la media hora de juego y los locales a partir del minuto 40, sumándose así a la petición de la organización de hinchas del Spartak de Moscú, conocida como Fatria.
El domingo pasado, en el partido que enfrentó al equipo moscovita y al Zenit fueron detenidos cientos de aficionados del Spartak y tres siguen bajo custodia policial. Fratria denuncia en su nota “la infundada agresividad policial” con la que se han topado en varias ciudades los hinchas del Spartak, pero también del Zenit, Lokomotiv o CSKA. “Animar a nuestros equipos no es un delito”, proclamaban. En el pasado, los hinchas más radicales de los principales equipos rusos y de la selección rusa se vieron implicados en violentos enfrentamientos en la Eurocopa de Francia y en varios partidos internacionales, aunque durante el Mundial de Rusia no se registraron incidentes.
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