El 23 de marzo de 2003, en el GP de Malasia, Fernando Alonso demostró al mundo su calidad como piloto, su talento al volante de la F-1 lioderando la generación de pilotos que llegó a la parrilla a comienzos del siglo, para quedarse y triunfar. Habiendo empezado en una estructura modesta, como era Minardi, Alonso no tuvo que esperar demasiado para explotar su potencial en los equipos punteros del Mundial.
Así, en los albores de la temporada 2003, Alonso hizo su reaparición en la parrilla como nuevo piloto de Renault. Era la época de un dominante Michael Schumacher con Ferrari.
En el segundo GP del año, en Sepang (Malasia), se encendió la mecha de la primera gran traca del ‘nano’ en la sesión de clasificación. Alonso se hizo con la primera pole position de su carrera, después de marcar un tiempo de 1:31.044.
Su registro supuso todo un récord de precocidad, al llevarse la qualy con solo 21 años, 7 meses y 23 días. Desde entonces, solo el alemán Sebastian Vettel y el monegasco Charles Leclerc fueron capaces de superar su marca. Jarno Trulli, al volante del otro R23, completó la fiesta en Renault al clasificarse en segunda posición.
El domingo de carrera, Alonso y Trulli mantuvieron el liderato en los primeros compases, seguidos de Schumacher y Dave Coulthard. Tras una caótica salida la victoria en el Gran Premio de Malasia iba a disputarse entre Alonso, de 21 años, y Kimi Raikkonen, de 23. El piloto de McLaren se esforzó al máximo para reducir la diferencia con el asturiano en las diez primeras vueltas. Pero el duelo entre los dos talentosos pilotos duró poco. Con menos combustible, Alonso paró en la vuelta 14 para repostar, mientras que Raikkonen pudo continuar hasta la vuelta 19. El finlandés aprovechó para tirar en esas cinco vueltas, logrando salir de boxes por delante de Fernando.
Ya en cabeza de carrera y sin nadie por delante, Raikkonen impuso su ley. Mientras tanto, Alonso veía cómo Rubens Barrichello reducía diferencias. La historia se resolvió finalmente en la vuelta 35, también con una parada en boxes de por medio, en la que el brasileño pasó a rodar segundo. Por delante, Raikkonen conseguía por fin su primera victoria. El finés cruzó la meta con 40 segundos sobre su más inmediato perseguidor, Barrichello.
Alonso no se quedó atrás. Aunque no pudo luchar por la victoria, su histórica pole position se vio recompensada con su primer podio, el primero para Renault desde su regreso como fabricante. El español tendría que esperar hasta el Gran Premio de Hungría en agosto para entrar en la historia al ganar su primer GP de F-1.
Aquel día, la revolución llegó la Fórmula 1 de la mano de un joven asturiano ambicioso y talentoso. Hoy, veinte años después, Fernando Alonso, todo un peso pesado del Mundial de F-1, sigue dando que hablar…Vaya que sí.