Los clubes españoles que forman parte del programa LaLiga Impulso cuentan ya con 698 millones de euros de los cerca de 2.000 que acabarán recibiendo gracias al acuerdo con el fondo CVC, firmado el pasado diciembre. Y ya se han puesto manos a la obra. En los despachos se apilan decenas de proyectos e ideas para aprovechar esta inyección de capital, que deberán destinar en un 70% a inversiones al crecimiento, tales como infraestructuras, desarrollo internacional, desarrollo de marca y producto, estrategia de comunicación, plan de innovación y tecnología y plan de desarrollo de contenidos en plataformas digitales y redes sociales. Un 15% es para sanear la deuda y el otro restante, para fichajes.
El dinero llega también a LaLiga SmartBank, donde clubes como la UD Las Palmas, que proyecta, entre otras cosas, un centro con una planta alojativa para deportistas de alto rendimiento, o el Real Valladolid, que ya trabaja para ampliar su ciudad deportiva y extender su masa social.
La intención es consolidar y reconfigurar sus estrategias de crecimiento para competir con los gigantes del fútbol a través de un programa que impulsa la visibilidad de sus ciudades, de dos regiones que quieren convertirse en referentes turísticos y el desarrollo de la industria del fútbol en sitios que buscan pisar fuerte en el deporte de alto rendimiento. La ilusión de las aficiones de dos clubes que pelean por regresar a LaLiga Santander en la reñida LaLiga SmartBank (el Valladolid marcha cuarto y Las Palmas, séptimo) alimenta el fervor de la nueva realidad económica. El fútbol modesto respira.
UD LAS PALMAS
Dejar su puesto en el periódico más antiguo de Gran Canaria para irse a trabajar a la UD Las Palmas sonaba a locura en agosto de 2006 para Patricio Viñayo, ahora director general del club canario. Pasaba de ser el jefe de Deportes de La Provincia a gestionar una entidad en concurso de acreedores que había estado 19 temporadas seguidas en la máxima división, entre 1964 y 1983. Acababan sí de conseguir el ascenso a la categoría de plata pero “entrenaban en un chamizo, más preocupados por garantizar servicios básicos de agua y luz que otros retos mayores como tener ordenadores y teléfonos”, recuerda. Viñayo había creído en el proyecto del actual presidente, Miguel Ángel Ramírez, al mando de la institución desde 2005, cuando estaba en Segunda B y se puso a las órdenes.
Tras sanear la deuda del club, consiguieron en 2015, después de 13 temporadas, volver a la LaLiga Santander, donde se mantuvieron durante tres años. Aprovecharon el paso “y la venta centralizada de los derechos audiovisuales establecida por el Real Decreto-ley 5/2015″ (otro punto de inflexión para la economía de los clubes, según Viñayo) para dejar un legado, la ciudad deportiva del club. “Es nuestra forma de trabajar. Relativizamos los éxitos o los fracasos deportivos. Lo que ocurre en el campo no puede ser ni una tragedia ni un descorche efímero de botellas de champán”, afirma Viñayo, de 57 años, que completó su formación universitaria de periodista con una licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y diversos másteres y cursos en escuelas de negocios.
La estrategia del equipo de Viñayo, independizar la gestión del club de los resultados dentro del campo de juego, está ahora respaldada por los 2.000 millones de euros que llegarán a los equipos de LaLiga Santander y de LaLiga SmartBank tras el acuerdo entre LaLiga y el fondo CVC, una inyección económica destinada esencialmente a reforzar las estructuras de los equipos para facilitar su crecimiento. “A nosotros nos da la vida”, explica Viñayo, en referencia a la cantidad que se llevará la UD Las Palmas.
La estrategia del equipo de Viñayo, independizar la gestión del club de los resultados dentro del campo de juego, está ahora respaldada por los 2.000 millones de euros que llegarán a los equipos de LaLiga Santander y de LaLiga SmartBank tras el acuerdo entre LaLiga y el fondo CVC, una inyección económica destinada esencialmente a reforzar las estructuras de los equipos para facilitar su crecimiento. “A nosotros nos da la vida”, explica Viñayo, en referencia a la cantidad que se llevará la UD Las Palmas.
En el club se enfocarán, en primer lugar, en terminar algunas obras que quedaron pendientes en la ciudad deportiva, en ampliar esas mismas instalaciones y en construir un “un centro con planta alojativa para deportistas de alto rendimiento”, orientado a acoger las concentraciones del equipo, pero también de otros equipos o deportistas que acudan a entrenar a Gran Canaria aprovechando sus favorables condiciones climáticas.
“Estamos en un lugar en el que la circulación de los vientos alisios [provenientes de los polos] facilita el trabajo en cualquier estación del año. Aquí no hay calores ni fríos extremos. Eso y la cercanía con la capital [Las Palmas de Gran Canaria] lo convierten en el sitio perfecto”. Con el dinero recibido gracias al acuerdo, en Las Palmas han comprado ya las más de 25 hectáreas para realizar el proyecto, que consiste también en la ampliación de la ciudad deportiva, con tres campos nuevos y un graderío para 1.000 personas. El chamizo es historia.
REAL VALLADOLID
El director del gabinete de presidencia del Real Valladolid, David Espinar, que también comenzó su carrera como periodista y luego dirigió, entre otras empresas, la bodega Emilio Moro, llegó al club en 2018 de la mano del astro brasileño Ronaldo Nazario, dueño de la entidad desde entonces. Se topó con un panorama deportivo, a priori, favorable. El equipo había logrado el ascenso a LaLiga Santander. “Pero contábamos con una deuda elevada y no teníamos patrimonio. Nos encontramos con un club obsoleto con respecto a la competencia, pero con una masa social muy leal que nos seguía apoyando”.
Sin embargo, no lograron mantenerse en LaLiga Santander. “Descenso y covid en 2021. Peor no se consigue”, dice Espinar. “Así y todo logramos tener pérdidas mínimas gracias a una gestión coherente. No puede parecer que lo que decidamos sea una sucesión de ocurrencias más o menos brillantes. Tenemos una estrategia y una explicación para todo lo que hacemos. Es evidente que cuando saneas un club, si caes en un descenso tienes un problema, pero no debe ser una tragedia”, reflexiona.
El acuerdo con CVC también acompaña su filosofía. “Gracias a él podemos ser más ambiciosos en la gestión de infraestructuras. Estamos negociando con el Ayuntamiento para ampliar la ciudad deportiva, aledaña a nuestro estadio, de cuatro a siete campos, con un miniestadio, y seguiremos mejorando el José Zorrilla”. Con las mejoras de sus instalaciones, los clubes como el Real Valladolid buscan darle vida a sus canteras para nutrir a sus equipos y para generar nuevas vías de ingreso con la venta de talento. Todo está conectado. “Es un proceso, una obra, que no finaliza nunca”, sostiene Espinar.
Los vallisoletanos también quieren aprovechar la inyección económica para reforzar las estrategias de crecimiento. Su objetivo: ampliar su masa de seguidores potenciando la digitalización y la gestión de sus redes sociales. “Hemos invertido mucho en estos aspectos para seguir expandiéndonos y atraer nuevos socios y abonados”, detalla Espinar.
Source link