Las quejas por la organización de la final de la Champions en París no cesan y hay muchos seguidores madridistas que expresan a Mundo Deportivo su malestar y lo que tuvieron que sufrir en sus propias carnes en esa final “Se está hablando que si los hinchas ingleses, que si la UEFA… no sé qué pasó en el lado del estadio del Liverpool, yo no estaba ahí. Aunque sí he visto muchas imágenes y concuerda con lo que se vivió en el lado del Real Madrid. Fue un escándalo y un drama, y en mi humilde opinión los responsables son la Policía francesa”, asegura un aficionado del Real Madrid.
“Ya en el metro hubo varios robos. Móviles, carteras y entradas del partido eran el principal objetivo. Delincuentes y carteristas que aprovechaban que el metro iba hasta arriba, casi inhumano lo apretados que íbamos, para hacer de las suyas. A mi primo le robaron el móvil, y por todos los chats se leían comentarios similares”, seguían diciendo este aficionado.
“Pero eso era solo el principio. Al llegar el estadio la situación era mucho más dantesca. Estaban esperando decenas y decenas de grupos de delincuentes, todos ellos personas muy jóvenes de raza negra y árabe, para robar sin control. Los linces de la Policía francesa crearon el peor cordón policial de la historia alrededor del estadio, antes de llegar al mismo, para no dejar pasar a nadie sin entrada. Esto se suele hacer siempre en las finales de Champions, pero en otros países (yo he estado en más finales), lo hacen bien”, relata ese aficionado que continúa explicando que “aquí, en el lado del Real Madrid, crearon un embudo debajo de un puente, con muchas vallas, de manera que se agolparon ahí los miles y miles de aficionados del Madrid, muy apretados. Y claro, eso era como el Disneyland de los delincuentes. Cada minuto había un robo, alguien gritando que les estaban robando. Y es que encima, aprovechaban esos momentos de barullo, avalanchas y lío, para que el resto robara más aún. A un amigo mío, que iba con nosotros, le pasó eso. En una avalancha se puso a proteger a su hijo de 8 años para que no le arrollaran, y en ese momento la robaron la cartera con toda la documentación y las entradas. Un drama”.
“Durante el partido salí al baño y estaba lleno de jóvenes de raza magrebí y negra que había llegado hasta el estadio y estaban por ahí dentro danzando como si tal cosa”, explica este aficionado que también sufrió a la salida del estadio: “Y a la salida, el horror. Directamente rodeaban en grupos organizados a la gente, familias, para robarles. ¿La Policía? Ni estaba ni se la esperaba. Estaba allí, pero no se movían. Eso sí, muy bien armados, pero quietos. Una vergüenza”, confiesa este aficionado que tiene claro que “no vuelvo a esta ciudad salvo que sea estrictamente necesario”.