Un Athletic a la catalana


El Athletic es ‘un caso único del fútbol mundial’, tal y como hace años dijo el mítico diario deportivo francés L’Equipe. Pero hay algunos clubes en el universo futbolístico que tratan de seguir el modelo de la entidad rojiblanca.

Uno de ellos es la Unió Esportiva Olot. El equipo de la localidad gerundense cayó a Tercera División hace tres años tras haber jugado otras tantas temporadas en Segunda B, la máxima categoría en la que ha estado, y decidió dar un giro total a su política deportiva para pasar a tener una plantilla compuesta por jugadores de ‘casa’.

“Renació la idea del compromiso con la ciudad, la comarca y Cataluña porque perdimos nuestra dimensión y compromiso social, y decidimos que todos los jugadores del equipo deben haber sido formados deportivamente en Catalunya o en los países catalanes como Valencia y las islas”, explica el presidente del Olot, Juan Agustí, en un reportaje elaborado por ‘El País’.

Como resultado, un año después el Olot volvió a Segunda B para consolidarse en la tercera división estatal. Pero ya sin perder sus raíces, ya que no solo se ha empezado a constituir como un club con una característica diferencial, sino que, además, no tiene deudas económicas y está comprometido con el fútbol social e integrador.

La idea de jugar de forma exclusiva con jugadores catalanes fue de Jordi Reyes, consejero de comunicación y mercadotecnia. “Muchos de los que juegan aquí son amigos de la infancia y hacer eso en Segunda B es muy complicado. Pero entendemos que el ser de aquí, el compromiso con tu club y tu tierra te da un plus enorme”, explica Reyes.

No miramos la procedencia del jugador, sino que queremos que tengan un vínculo con lo nuestro y por eso para firmar con nosotros tienen que haberse formado aquí. Queremos ser un Athletic de Bilbao a la catalana

“No miramos la procedencia del jugador, sino que queremos que tengan un vínculo con lo nuestro y por eso para firmar con nosotros tienen que haberse formado aquí. Queremos ser un Athletic de Bilbao a la catalana”, añade Agustí.

El presidente del Olot revela que el club tiene un par de ojeadores en sus zonas de interés y además controlan a los catalanes que juegan en el extranjero. Así, en el primer equipo cuentan con 19 jugadores catalanes más uno de Valencia y otro de Baleares.

Héctor Simón, capitán del equipo que jugó en el Espanyol y el Girona, explica el sentimiento que les envuelve: “Somos gente de la zona, que nos vemos fuera del fútbol y que hemos convertido el vestuario en una familia. Es un orgullo defender esta camiseta, porque aquí somos personas y luego futbolistas”.

El reto para el Olot es combinar su idea con la solvencia económica. Y en este punto se diferencian de otras entidades, porque presentó las cuentas con fondos positivos sin haber estado nunca en Segunda.

Se han rascado el bolsillo las veces que ha sido necesario y siempre cumplen en el pago a sus jugadores. “El club está endeudado con nosotros”, resuelve Agustí, orgulloso por su sistema de gestión.

Nos gustaría tener un convenio con el Barça. Si no, lo intentaremos con el Athletic porque creemos que las entidades con estrategias complementarias pueden tener relaciones estrechas

Eso sí, el mandatario se muestra molesto con el modelo de competición, ya que entiende que con un presupuesto de un millón de euros no se puede luchar frente a los agravios comparativos económicos que se dan en la categoría: “Reclamamos que se regulen los filiales en licencias jugadores y presupuesto, que se regule económicamente Segunda B y que los clubes sean SL para que se vean las cuentas y responsabilidades en el registro mercantil, que diferentes clubes sean propiedad de un mismo grupo inversor y que se expulse a los clubes con deudas procedente de impagos a jugadores y Hacienda. Además, pedimos que el porcentaje de recursos que LaLiga aporta al fútbol aficionado pase del 1,5 al 10%, que es irrisorio si se mira el resto de ligas extranjeras”.

Y Agustí sigue pensando en el club bilbaíno como fuente de inspiración: “Nos gustaría tener un convenio con el Barça, el club más global y competitivo. Pero aunque hablar nos cuesta poco, que nos respondan ya es más complicado. Si no, lo intentaremos con el Athletic porque creemos que las entidades con estrategias complementarias pueden tener relaciones estrechas”.


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