Un Atlético dormido cae ante un buen Eibar

Merecido castigo para los rojiblancos, que no encontraban su sitio en Ipurua. Todo lo contrario que el Eibar, que volaba. Ganaba todas las disputas, con una presión alta que maniataba al Atlético, sin centro del campo, sin referencia arriba, y sufriendo como siempre en los balones parados. Había avisado Germán Burgos en la previa. Si no salían intensos, lo iban a pasar mal. Pues ni avisado.

Hubo que esperar 14 minutos para ver el primer acercamiento colchonero a Dimitrovic. Un disparo de Joao Félix desde fuera del área que el serbio desvió a córner. El Eibar seguía mandando, con su habitual fútbol en Ipurua. Y a la media hora, el Atlético comenzó a despertar. Tuvo más el balón, beneficiado por la disminución de la presión local. Y comenzó a llegar al área rival, pero sin colmillo. Un ‘pechazo’ de Correa que salió rozando el palo, un mal remate de Morata tras cabezazo de Joao y un acercamiento de Vitolo, que se resbaló, fueron las amenazas de los de Simeone. Muy poco.

Al descanso se llegó con el Atlético un punto por encima del Eibar, pero por debajo en el marcador. Y mirando al banquillo, la ilusión de los canteranos era lo único que daba esperanza pensando en la segunda mitad. La mejor plantilla de la historia. Ya. Tocaba reaccionar. Como en la primera vuelta en el Metropolitano.

Un disparo potente pero centrado de Correa tras la reanudación invitaba a pensar en otro Atlético, que quería presionar arriba. Con balón, seguían espesos los colchoneros, con Herrera y Thomas incapaces de hacerse con los mandos en la medular. Arias lo intentó con una volea que salió demasiado cruzada. Luego Correa, que la mandó arriba. El ghanés comenzó a carburar. Y el equipo lo agradecía, aunque seguía empeñado en renunciar a los disparos desde la frontal. El Atlético era otro. El mismo que acabó el primer acto. Pero más necesitado.

Dominaban los rojiblancos, pero no llegaba el empate. Joao sacaba carácter. Buena señal. El Cholo movió el banquillo en el 73’ para dar entrada a Lodi por un desdibujado Herrera. Saúl pasó al centro. Mendilibar reaccionó y retiró a Pedro León para que no sufriera con el brasileño, veloz y fresco. Lo intentaban los colchoneros, pero pasaban los minutos, y las ocasiones, con cuentagotas, tampoco eran claras. El Eibar resistía.

Simeone quitó a Joao, mejor en la segunda parte, y metió a Camello en busca de gol. Y en el 87’, a Óscar Clemente. Mientras, Charles perdonaba la sentencia al buscar una vaselina tras una grosera pérdida de Thomas. Pero el que no perdonó fue Edu Expósito, que había avisado antes. En la salida de un córner, recibió el balón en la frontal y pegó abajo, rasa, pegada al palo. Se acabó.El Atlético salió de paseo. Y lo pagó caro. La Liga, una quimera. Y tocará pelear la Champions.