Con los ecos del triunfo sobre el Madrid en el Clásico ACB todavía resonando, el Barça afronta otro test exigente en su batalla por la primera posición de Euroliga, este jueves (20:30 horas) en el Palau ante el Virtus Bologna. Los azulgrana llegan reforzados no sólo por su victoria sobre el eterno rival sino también por la anterior, épica, en la difícil pista del Estrella Roja.
“Es un arma de doble filo. A veces sirve para crecer y en otras te relaja”, reflexionaba ayer el alero Álex Abrines. “Hemos aprendido del pasado y nos tiene que servir para seguir sumando y coger una racha de victorias en este mes de enero, que es complicado, y seguir en lo más alto de la tabla”, agregaba.
Estas dos victorias recientes no han dejado una satisfacción plena en el técnico Sarunas Jasikevicius, que destacó aspectos a mejorar de ambos partidos. “En Belgrado no estuvimos tan bien”, recordaba. “El carácter demostrado por los cinco o seis jugadores que posibilitaron la remontada fue increíble, pero nos superaron en muchas cosas. El partido en Madrid fue muy bueno, pero es un poco prematuro hablar de haber cambiado el chip”, sentenció.
Y es que toda prevención puede ser poca. Aunque el Virtus es uno de los nuevos equipos de Euroliga esta temporada, el talento que atesora su plantilla y la capacidad estratégica de un equipo dirigido por Sergio Scariolo pueden llevar al Barça al límite.
“Es una alegría tener al Virtus de vuelta en la Euroliga”, admitía Saras. “Es una ciudad que vive el baloncesto como muy pocas. Tienen mucha experiencia, tiradores con puntos en sus manos y también los jóvenes están aportando”, analizó el preparador del Barça.
El equipo de la Emilia-Romaña, actualmente en posición 13 con balance de 7-9, lucha por entrar en playoff combatiendo cierta irregularidad. Ha ganado tres de los cuatro últimos partidos pero su balance a domicilio es de 2-6. Se impuso en la pista del Armani en partido de Euroliga (aunque perdió en duelo liguero el pasado lunes), y ha derrotado a rivales del calibre de Fenerbahçe o Real Madrid. Ha recuperado a Tornike Shengelia, su principal referente ofensivo, y cuenta con la clase y experiencia de jugadores como el tirador Marco Belinelli o el base Milos Teodosic.
“Es el base con más talento que ha pasado por Europa casi en la historia”, afirmó Abrines a la hora de definir al serbio.“Con estos pases imposibles y visión de juego, si tiene el día perderá menos balones y será capaz de hacer jugar al equipo. Es de esos jugadores que te matan el partido para un lado o para el otro”.
El alero balear del Barça también destacó el peligro que supone enfrentarse siempre a equipos dirigidos por Sergio Scariolo, con el que ha coincidido en la selección. “Lo conozco bien y sé cómo prepara los partidos”, dijo del técnico de Brescia. “Es un grandísimo entrenador y siempre tiene cosas para atacar a todos los equipos y sorprender”.
Habrá que ver qué recibimiento le dedica el Palau al técnico, ovacionado en Madrid hace unas semanas. Aunque ha vuelto en otras ocasiones, se trata siempre de su retorno al escenario en el que ganó el título de Liga del 2000, dirigiendo entonces al Real Madrid.