Un brote de coronavirus en un edificio de viviendas de Bilbao ha provocado en tan solo una semana tres muertos y cinco hospitalizados, de 33 positivos. El servicio vasco de salud investiga cómo es posible un brote tan virulento en un edificio de 16 alturas y cuatro puertas por piso, con dos ascensores de cuatro personas de capacidad, en el barrio de Santutxu, aunque descarta que se trate de la variante británica del virus.
Se trata del número 4 de la plaza de Haro en el que, de momento, han fallecido una madre y su hijo en el piso noveno y otra mujer en la planta undécima, pero varias familias enteras han sido hospitalizadas, aunque algunos pacientes ya han sido dados de alta. Tras los cribados realizados por Salud se han destapado un total de 33 casos, según han confirmado este viernes el viceconsejero de Salud, José Luis Quintas, y el subdirector de Salud Pública y Adicciones, Koldo Cambra. Un número que puede crecer porque continúa aumentando el número de personas con síntomas.
“Estamos muy asustados” aseguraba una vecina que ha bajado sobre las once de la mañana a hacer la compra. El servicio vasco de salud, Osakidetza, todavía no ha tomado la decisión de confinar el edificio, aunque lo baraja. La pescadería de la plaza ha recogido esta mañana numerosos pedidos para entregar en la puerta a los vecinos. Osakidetza se afana en desinfectar las zonas comunes, en las que, según explican algunos de los habitantes del inmueble, podría estar el problema.
Cambra ha reconocido que se detectó un brote con “acumulación de casos, alguno de ellos grave, con algún fallecimiento”, entre el 9 y el 23 de enero, desencadenando varias actuaciones de las unidades de epidemiología para identificar contactos, así como la asunción de medidas preventivas de “limpieza y desinfección” de las instalaciones, y el inicio de un cribado a los vecinos del portal. Pero la investigación del caso no está cerrada.
Las alarmas saltaron la pasada semana cuando se produjeron las primeras muertes. Una mujer de 86 años falleció en su domicilio a causa del virus y días después fue su hijo, de algo más de 50 años y que convivía con ella, el que murió. Pero no fueron las únicas víctimas. El domingo los servicios de urgencias tuvieron que atender a una residente del undécimo que estaba muy enferma. Su vecino, un conocido de la familia que accedió a su vivienda, avisó a los servicios de emergencia que la trasladaron hasta el hospital más cercano. Sin embargo falleció el martes. El vecino que la ayudó y su mujer también han dado positivo.
Algunos residentes apuntan a que el foco de contagio podría estar en las zonas comunes, como escaleras o ascensores de este bloque de 62 viviendas. Por ello, el Departamento de Salud sigue desinfectando las zonas comunes por la noche y vigilando la extensión del virus.
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