Es normal que al realista que haya disputado los 90 minutos mañana contra el Sheriff de Tiraspol le siga doliendo todo y esté fatigado cuando el domingo se deba despertar temprano en Vigo. La plantilla estaba mentalizada y hasta ilusionada de jugar un partido cada tres días, pero quizá no esperaba que les ubicaran en el calendario un encuentro sólo dos jornadas y media después de otro. Sabiendo que el encuentro de mañana ante el Sheriff comienza a las 21 horas y por lo tanto concluye en torno a las 23, LaLiga, que atiende más a intereses comerciales que deportivos o humanos, programó el Celta-Real a las 14 horas del domingo. Sólo habrán pasado 63 horas. Una locura.
El poco tacto, o el atropello, de LaLiga va más allá. Sabiendo la tralla de encuentros que acumulará la Real en ese momento, programó a los txuri urdin para el próximo sábado, tras haber jugado jueves, domingo y miércoles sin descanso, en lugar de darles un respiro ubicando su partido en domingo.
Así las cosas, la agenda está apretadísima. Desde mañana y hasta el sábado que viene, la Real debe disputar un partido cada 2,5 días o, lo que es lo mismo, cuatro en un periodo de 10 días. Tras los duelos ante el Sheriff de mañana jueves y el Celta en Vigo del domingo, llegan las batallas contra el Mallorca en Anoeta el próximo miércoles en casa y tres días después en Pucela contra el Valladolid de Pacheta. Ahí sí que los realistas podrán descansar porque no tendrán actividad hasta cinco días después, cuando tengan que rendir visita al Omonia de Nicosia en Chipre, un partido que, dependiendo cómo se den los próximos resultados, puede ser menos trascendente que el resto.
Gincana ante rivales ‘accesibles’
Así las cosas, el calendario próximo de la Real depara una demoledora gincana de partidos, aunque contra rivales que no son los de mayor categoría. De momento, los tres primeros encuentros de la serie de 13 -contra Girona, Sheriff y Villarreal- los ha resuelto con victorias y actuaciones realmente convincentes. Tras esta próxima tacada de cinco encuentros, llegan los cuatro rivales que, sobre el papel, más les van a exigir: Betis, Valencia y United en Anoeta y Sevilla fuera de casa. La serie termina con el primer cruce copero, ante un equipo de categoría inferior, el fin de semana del 12 y 13 de noviembre.
Gorosabel, duda
Considerando lo expuesto, Imanol Alguacil está más obligado que nunca a realizar rotaciones, algo que hasta ahora apenas ha hecho. Se esperan cambios en el encuentro de mañana ante el Sheriff, aunque lógicamente la Real necesita ganar para seguir yendo de mano de cara a lograr el primer puesto. El problema es que el entrenador ha vuelto a perder a Cho y no está seguro de poder contar con Gorosabel. El lateral sigue teniendo molestias en su tobillo derecho, en el que sufrió un esguince en Girona. Es duda.
Si no puede llegar, Imanol repetirá con Sola, pero podría cambiar el resto de la defensa para dar entrada a Zubeldia, Le Normand y Rico y parte de una medular que aún no ha experimentado cambios. Guevara e Illarra tienen muchas opciones de entrar y quizá menos Carlos Fernández y Karrikaburu en ataque.