El 10 de abril será siempre una fecha que los aficionados del Atlético de Madrid recordarán con cariño. Porque ese día de 1975, el conjunto rojiblanco conquistó su título más importante, la Copa Intercontinental, derrotando a Independiente de Avellaneda en el Vicente Calderón con goles de Gárate e Irureta.
Pero es que ese mismo día, 21 años después, el Atlético se proclamó campeón de la Copa del Rey en La Romareda frente al Barcelona. Y hoy precisamente se cumplen 25 años de aquella histórica noche para los colchoneros. Un cuarto de siglo del día que se puso la primera piedra del Doblete.
El Atlético, que lideraba la Liga, se plantó en Zaragoza para disputar esa final con el Barça de Johan Cruyff. El tiempo reglamentario acabó con empate a cero, en un choque igualado, pero en el que los colchoneros se mostraban algo superiores. Y en la prórroga, una jugada por la derecha, un centro de Geli y un cabezazo de Pantic (de los pocos que logró de esta manera en toda su carrera) llevó el éxtasis a la mitad del estadio aragonés y a la mitad de la capital española.
Fue el primero de los dos títulos que levantó ese Atlético esa temporada, pues mes y medio después, certificaría en el Vicente Calderón la Liga, ganando 2-0 al Albacete con goles de Simeone y Kiko de la mano de un Radomir Antic que falleció el año pasado, dejando un gran recuerdo en todos los aficionados rojiblancos.
El técnico serbio construyó un equipo histórico, con jugadores como Pantic (apuesta personal del entrenador, que incluso se ofreció a pagar el fichaje a Jesús Gil, dudoso con el asunto, si el también serbio no triunfaba), Caminero, Kiko, Simeone, Penev, Molina, Vizcaíno…
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