Ser Stephen Curry es como hábitos y rutinas como ir en bicicleta: nunca se olvida. Por más caídas y lesiones que haya, por más ausencias acumuladas como ha sido el caso esta temporada. Ocurre que, esta vez, ‘Sir’ Stephen Curry no fue ‘Sir’ Stephen Curry. Pues dónde se ha visto que el señor de los triples, en lugar de con un triple acorde a la categoría con la que más se le conoce, mande un partido a la prórroga con un tapón como sucedió anoche en un triunfo contra los Milwaukee Bucks que le da la vida a los Golden State Warriors (125-116), la que parece eterna para el mejor Curry.
Quizá harto de ser ‘estereotipado’ como un defensor frágil -sobre todo en comparación con el que ‘probó’ su ‘gorro’, Jrue Holiday-, Steph decidió ser decisivo de la manera más inimaginable posible en la última jugada del partido, con 2 segundos de crono. Parecía un cometido ese más propio de Draymond Green, -5 puntos, 15 rebotes y 9 asistencias-, que casi completa el intercambio de papeles con un intento de triple en la acción final del tiempo reglamentario. Pero daba igual, porque si Curry fuerza una prórroga es para ganarla. Él mismo se encargó de hacerlo para decidir el duelo entre los dos últimos campeones con 7 puntos en el tiempo extra para acabar con 36 tantos -15 en el último cuarto-, con un 13/27 en lanzamientos y un 6/15 en triples.
“¿Cansado? No, simplemente me estoy haciendo viejo”, bromeaba Curry en la entrevista post partido con la ESPN. “La clave es que jugamos un baloncesto inteligente en la prórroga. ¿Cómo hago esta magia? No lo sé, ya lo descubriremos”, destacaba el base con su habitual tono divertido y genuino.
A pesar de lo límite de la situación de los Warriors, esto sigue siendo un juego para el base. Y a estas alturas, 35 años el martes, tan bien se lo pasa que hasta Curry parece estar dispuesto a convertirse en un ‘two-way player’ de ley. Por supuesto, y quizá sobre el matiz, no podía faltar en el tiempo extra el triple ‘imposible de turno’. Ya lo twitteó también LeBron, cuando ‘Steph’ se pone a cocinar…
Con todo ello, el ’30’ logró hacer olvidar que faltaba Giannis Antetokounmpo, descartado por una lesión de mano, por si alguien podía ‘acusar’ al genial base de que fue más ‘fácil’ al no estar el gigante griego. Saben perfectamente vivir sin él los Bucks y lo demostraron de nuevo los campeones de 2021, llevando al límite a unos Warriors sin Andrew Wiggins ni Jonathan Kuminga pero con todo su demás arsenal que son ahora sextos en el Oeste con 35-33. Para que sonara la sintonía favorita de Golden State, la de los ‘Splash Brothers’, Klay Thompson firmó 22 puntos con un 8/16 en tiros de campo y un 4/9 en triples.
En ausencia del heleno, se repartió la carga anotadora en Milwaukee, con hasta 7 jugadores en dobles dígitos: Khris Middeton (19), Brook López (19), Jrue Holiday (18), Bobby Portis (15), Joe Ingles (15), Jevon Carter (13) y Grayson Allen (12). Ingles anduvo especialmente fino, con un 5/6 desde el perímetro para el azulgrana. En los Warriors, complementaron a la pareja ideal JaMychal Green (18 tantos), Donte DiVincenzo (20 y un 6/12 en triples y 10 rebotes) y Jordan Poole (13).
Ya les gustaría a los Warriors estar en la posición de los Bucks -líderes del este con 48-19-, pero si ‘Stephen’ quiere ir a los playoffs -y si sigue en además en este plan-, Golden State irán hasta donde quieran porque Curry está por todas partes. Hasta en la pintura para asestar tapones ‘clutch’.