Un derbi es un derbi “y siempre quieres ganarlo”. Ya lo dijeron tanto Nerea Eizagirre como Natalia Arroyo en la rueda de prensa previa al encuentro. Más aún si se juega en Anoeta, y como único plato de fútbol realista de local del fin de semana. Jugadora y entrenadora transmitieron el deseo de vivir una fiesta del fútbol femenino y vasco este domingo. En otra situación no haría falta que lo pidieran, pero la espesa situación clasificatoria de ambos equipos, sobre todo de la Real dadas las expectativas, dejan un partido descafeinado, al menos en la previa.
La Real Sociedad llega al encuentro ante el eterno rival tras caer goleada con estrépito en el campo del Levante (4-1) después de una segunda parte difícil de entender, explicar y digerir. Los errores propios se amontonan este curso, y se acentúan en este bache que dura ya demasiados meses. Las de Natalia Arroyo son novenas, en tierra de nadie, con 30 puntos. Le sacan nueve puntos a su rival de hoy, décimo, y 13 al descenso, que no debería ser ni siquiera una preocupación.
Por delante, tienen la Champions a 26 puntos. Asusta leerlo o escucharlo, porque es donde debería estar peleando este equipo, al menos cerca. Por lo que el único objetivo clasificatorio debe ser entrar en el top 8, que te exime de rondas coperas el próximo curso, y tratar de acercarse al Madrid CFF (5º a 13 puntos) lo máximo posible. No suena fácil puesto que las txuri urdin sólo han sumado 11 de los últimos 39 puntos en Liga, con triunfos ante Alhama, Sporting Huelva y Alavés.
Reencontrarse
Pero, sobre todo, la necesidad de esta Real, con 14 jugadoras que acaban contrato esta temporada, es reencontrarse consigo misma. Lo repite cada semana la entrenadora catalana. En el juego, en sensaciones, en minimizar errores impropios del equipo, en dar voz e importancia a las jugadoras que continúen con el proyecto el próximo curso. Y para todo eso, no hay nada mejor que un derbi en un escenario como Anoeta.
No será sencillo puesto que el Athletic sí se juega alejarse de un descenso que tiene a cuatro puntos, y porque su planteamiento habitual puede desesperar a una Real con mucha menos confianza con balón y en transiciones sin él, que cuando se jugó el derbi de San Mamés, que cayó del lado realista. Natalia Arroyo no podrá contar con Franssi, tras una conmoción cerebral en el entrenamiento, Gaby ni Cecilia, bajas de larga duración, pero sí con Bernabé, que vuelve tras estar de baja durante varios partidos. Una vuelta que agradecerá el equipo.