Derrotar a los cuatro equipos que encabezan la clasificación es como un coto privado para la Real esta temporada. Los seis partidos contra Atlético de Madrid, Real Madrid, Barcelona y Sevilla disputados hasta ahora dejan como escaso saldo dos empates y cuatro reveses. El choque de Anoeta ante los andaluces se presenta como un monumental desafío. Un mundo por descubrir para los de Imanol: vencer a uno de los que el próximo año jugará la Champions League.
Los dos puntos sumados fueron contra el Real Madrid gracias a los empates de Anoeta (0-0) y Valdebebas (1-1). Aunque se vendió cara la piel en el Camp Nou (2-1) y en el Sánchez Pizjuán (3-2), a los txuri urdin se les hizo de noche en casa contra el Barça (1-6) y, antes, en el 0-2 que endosó sin despeinarse el Atlético de Madrid.
Los 14 puntos de diferencia que existen entre el Sevilla y la Real, cuarto y quinto de la tabla, son sintomáticos de que el encuentro de pasado mañana es una empresa de enormes dificultades.
Empaque para el centro del campo
La Real recupera a Zubimendi y Guridi contra el Sevilla. Dos piezas que aportan empaque al centro del campo, idóneas sobre el papel para que Imanol decida poner en liza el 4-3-3 que tanto le agrada. Guevara sería el otro miembro de la medular. El sacrificado en esta hipótesis sería Carlos
Fernández, acompañante de Isak en la delantera en estas jornadas que la Real ha hecho un pacto con el diablo de los esquemas haciendo uso de un visible 4-2-2. Otra duda razonable apunta al eje de la defensa, donde Aritz y Zubeldia pugnarán por ser el partenaire de Le
Normand.
Cualquier detalle cobrará importancia en la persecución por aprobar una de las asignaturas pendientes de esta Real: ganar a una de las potencias de la Liga.
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