Un excoronel de la Legión, única sorpresa en las primarias de Vox

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Una mujer exhibe una bandera durante la manifestación motorizada de Vox contra el Gobierno el pasdo día 12 por el centro de Madrid.
Una mujer exhibe una bandera durante la manifestación motorizada de Vox contra el Gobierno el pasdo día 12 por el centro de Madrid.Jesús Hellín / Europa Press

Enrique de Vivero Fernández, un coronel retirado y exjefe del Tercio de la Legión de Melilla, ha sido la única sorpresa de las elecciones primarias de Vox. El militar, que en junio pasado expuso en un artículo sus “crecientes sospechas de que el coronavirus fue creado en un laboratorio chino para ser usado como arma biológica”, se ha impuesto al hasta ahora presidente provincial, José Antonio Lara, en la pugna por liderar al partido ultra en la provincia de Málaga. De Vivero le sacó solo 11 votos de diferencia en las elecciones telemáticas y por correo que concluyeron el martes, aunque los resultados definitivos no se conocerán el día 18, cuando se resuelvan las posibles impugnaciones.

Málaga era una de las tres provincias en las que el Comité Electoral de Vox decidió que se repitieran las votaciones, tras constatar “una serie de infracciones […] que han enturbiado el proceso electoral”. En Alicante se impuso la presidenta de la gestora provincial, Ana Vega Campos; y en Jaén, las dos candidaturas en disputa se retiraron tras una escalada de acusaciones cruzadas, por lo que el Comité Nacional nombrará a una gestora.

La tónica general del proceso para renovar a los comités provinciales, que se cerró el 4 de octubre salvo para las tres provincias citadas, ha sido la ratificación de las actuales direcciones, en su mayoría gestoras que previamente habían sido nombradas a dedo desde Madrid. Así ha sucedido en Barcelona (Juan Garriga), Cádiz (José María Ortells), Granada (Manuel Martín), Murcia (José Ángel Antelo), Las Palmas (Nicanor Galván), Sevilla (Javier Cortés), Toledo (Daniel Arias), Valencia (José María Llanos) o Valladolid (Javier García).

También formaban parte de las ejecutivas salientes Rocío Monasterio (Madrid), Jorge Campos (Baleares) o Alejandro Hernández (Córdoba). En Asturias se ha impuesto Ignacio Blanco, portavoz de Vox en la asamblea regional; y en Zaragoza, el concejal Julio Calvo. En Almería, el expresidente provincial Juan Francisco Rojas ha recuperado el cargo, después de que el parlamentario andaluz Rogelio Alonso lo haya dejado para dirigir el sindicato de Vox.

Todos los candidatos ajenos al aparato se han quejado de que los oficialistas se han aprovechado de sus cargos orgánicos para jugar con ventaja (utilizando el censo oficial de afiliados o recabando el apoyo de los cargos públicos), a pesar de que estaba expresamente prohibido por las normas internas, y han presentado numerosas impugnaciones que no han tenido respuesta.

De las 52 provincias y ciudades autónomas, Vox convocó primarias en 19, las únicas donde superaba los 500 afiliados, aunque finalmente solo se celebraron elecciones en las siete en las que más de una lista consiguió el 10% de los avales.

En total, participaron en el proceso (contando los avales y los votos nulos) 8.960 afiliados, un 31% de los que podían hacerlo. Las primarias han puesto además de manifiesto que el partido ultra tiene alrededor de 40.000 miembros, frente a los casi 57.000 que aseguraba tener en marzo pasado.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ya ha sugerido que estas podrían ser las últimas primarias para renovar cargos provinciales y que, en el futuro, podrían ser designados directamente desde Madrid para evitar la “zozobra y el enfrentamiento” que causan estos procesos democráticos.


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