Tan difícil como alcanzar el éxito es tratar de mantenerlo en el tiempo. Y la Real se ha puesto manos a la obra para que esta época de plenitud tenga continuidad en el futuro. Asentadas las bases del club, ahora se trata de apuntalar una gran primera plantilla que sirva de locomotora y recorra toda Europa. De momento, en Anoeta ya han renovado a uno de los maquinistas, el más talentoso, el más experto, David Silva, pero es sólo un movimiento más dentro de una operación estratégica mucho más amplia de blindaje a un equipo que ya ha cosechado cotas muy importantes, pero que sigue elevando su propio listón año a año.
Silva, renovado hasta 2024, es el imán. Para otras ampliaciones y para los fichajes que quieren hacer. Los siguientes en renovar tienen todas las trazas de ser Igor Zubeldia y Mikel Merino, otros dos pilares sobre los que sostiene el equipo. La renovación del central azkoitiarra, que está cuajando una temporada sensacional y es quizá el realista más regular del curso, está casi hecha y se anunciará en los próximos días o semanas. Falta poco más de un año para que expire su anterior vínculo y ahora firmará otro más largo y ajustado a su actual estatus de indispensable.
Merino protagoniza otra de esas operaciones consideradas locomotoras o tractoras. Y la mejor noticia es que las conversaciones están muy avanzadas y, según ha podido saber MD, se puede anunciar cuando la Real certifique su presencia en la Champions el próximo curso.
Zubimendi, el cotizado
La continuidad de Silva y la más que posible participación en la próxima edición de la Liga de Campeones refuerzan la convicción del club de poder conservar a sus elementos más valiosos y diferenciales –Zubimendi, Le Normand, Merino… todos ellos con propuestas- y poder fichar lo que necesitan en el mercado.
En el caso de Zubimendi, el Barcelona ha desistido de su contratación y la amenaza sigue siendo la Premier, ya que el Arsenal y el United le siguen los pasos. La previsión es que se quede, entre otras cosas porque él mismo ha hecho saber que no se moverá de Anoeta.
Cuando firmen Zubeldia y Merino, la Real habrá conseguido blindar en el último año a toda su columna vertebral: los citados más Le Normand, Zubimendi, Silva y Oyarzabal. A estos hay que sumar los fichados el pasado verano: Brais, Kubo, Cho y Sadiq. Ahí la Real tiene un arma secreta. Ya catalogan al nigeriano como el gran refuerzo de la 2023/24. Si la Real es cuarta sin Sadiq, con él -ya estará recuperado en agosto- será un punto más poderosa. Y además podrá compensar en parte el déficit que en el capítulo físico ha demostrado en las eliminatorias europeas de los últimos años. También el mercado servirá para paliar esa laguna.
Si extienden el contrato de Merino, Zubeldia y Aihen -que termina en 2024 con otro opcional- serán ya 20 los realistas con un fin de contrato entre 2026 y 2028. Talento blindado a largo plazo.
Illarra, en el aire
Así las cosas, el futbolista con el futuro más en el aire, una vez renovados Rico y Silva, que también terminaban contrato este año, es Asier Illarramendi. El capitán da absoluta prioridad a jugar y, aunque ha tenido su rol en el equipo, no parece que su protagonismo pueda ir a más el próximo curso. En la MLS estadounidense siguen sus pasos.
Sorloth, la decisión
Así las cosas, una de las grandes decisiones que debe tomar la Real en las próximas semanas es si tratar de quedarse definitivamente o no con el cedido Sorloth. Si por Imanol fuera, sería un sí, pero la Real debe estudiar el mercado y la situación de Sadiq Umar, Carlos Fernández y Jon Karrikaburu, los otros arietes vinculados con largos contratos.