Vítores para el equipo de casa, música de viento para los visitantes. Presión atmosférica en auge en ciertas intervenciones del árbitro, cánticos desde uno de los fondos. Bendito pacto con el diablo: había testigos en la grada que luego pudieron contar qué sucedió dentro del campo. 2.089 croatas se olvidaron de la televisión, la radio o de los soportes digitales que fuera. Vieron en directo un partido de fútbol.
El primer partido de la Real con público en el estadio se saldó con una victoria trascendental. El ángel de la guarda fue inesperado, un Jon
Bautista que sacó la cabeza del anonimato para vestirse de héroe. El primer gol del canterano con la Real desde septiembre de 2018 convirtió en dorado el estreno en la Europa League. Es el séptimo que marca con la Real desde 2015. El segundo en Europa -vio puerta ante el Vardar en la 17/18- y el primero que anota esta temporada.
“Medir bien” los centros
Jon
Bautista era feliz nada más producirse la victoria. “Nos vamos contentos a casa por conseguir la primera victoria en Europa”, significó. Para el delantero, “el equipo ha sido superior todo el partido”.
El gol puso “muy contento” a un Bautista que, en cambio, estaba alegre “sobre todo por el equipo”. El delantero desveló que “Imanol me dijo que me pusiera por la banda izquierda y que tenía que medir bien todos los centros”. Así fue el decisivo 0-1. Mikel
Merino centró a pase de Silva y Bautista aniquiló al Rijeka sin contemplaciones.
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