Pocos esperaban, cuando el club buscaba piezas para el centro del campo durante el mercado de fichajes, que el Girona y Oriol Romeu compartieran sus caminos. Todo ello, sin contar el rendimiento que está demostrando el ex del Southampton.
Desde que el de Ulldecona bajara del avión que le hizo volver a su tierra, Míchel le ha echado a los leones en todos los partidos y minutos disputados. Lo que quizás no sabían en Girona es que, ‘había una vez un jabato capaz de espantar a todos los leones’. Puede sonar como el principio de un cuento, pero es la realidad con la que se topan los rivales al enfrentarse al pivote rojiblanco.
MVP
Frente al Real Madrid fue elegido como ‘MVP’, jugador del partido para los que jugaron al fútbol de tierra. El centrocampista supo anular a dos, algo conocidos, en el Bernabéu como Luka Modric o Toni Kroos, quien vio la tarjeta roja al realizar más labores defensivas de las que está acostumbrado el alemán.
Oriol permite que todo el centro del campo del cuadro gerundense pueda desordenarse. Él, disfrazado de comodín, corregirá la posición de sus compañeros en función de la necesidad del equipo en cada momento del encuentro. Pone temple, equilibrio, fortaleza y seguridad.
No es de extrañar, pues, que cada vez más, la parcela medular y ofensiva actúe cada vez con mayor soltura. Saben que hay algo ahí detrás amparando cada espacio de césped que pisan los protagonistas.
Oriol quería cambiar de aires y quería ser protagonista y en Girona ha cuajado de la mejor forma posible. No le hace falta el brazalete de capitán para asumir el rol de líder que tanto le está definiendo en Montilivi.
Tanto es así que, para muchos, sería inimaginable un Girona sin Oriol, y eso que acaba de llegar. Si en algo coinciden los aficionados del cuadro ‘gironí’ es que el de Ulldecona debe ser uno de los once en cada jornada disputada. La veteranía y los galones que muestra el jugador ha provocado la unanimidad en el simpatizante rojiblanco. Oriol Romeu es el jabato que anda suelto por la ciudad de Girona.