El Alavés afronta un mes clave para definir su futuro en el campeonato de Liga. Dicho de otra manera, al equipo de Abelardo le aguarda un calendario de órdago para renacer de una vez por todas y poner tierra de por medio con la zona de descenso, de sacar buenos resultados. O por el contrario, dar una vuelta de volante y mostrarse mucho más sólido, sobre todo en casa, para sacar la cabeza del pozo y no empezar a quemarse en la zona de descenso.
El Alavés viene de recibir un duro correctivo ante el Barcelona en el Camp Nou, pero la próxima semana visita a la Real Sociedad, un hueso duro de pelar pues no baja la guardia y sigue en la elite.
Tras jugar en Donostia, cierra febrero con la visita de Osasuna, un duelo donde no debería dejar escapar los tres puntos para empezar a mirar hacia arriba. Máxime porque ya en marzo los de Abelardo afrontan dos salidas para echarse a temblar: el Villamarín y el Wanda Metropolitano, feudos donde a priori, tienen complicado arañar botín, sobre todo en el campo del líder de Primera.
Antes del Atlético, los vitorianos recibirán en Mendizorroza al Cádiz, uno de su ‘liga’ y ante el que no pueden doblar la rodilla.
Abelardo ha probado durante sus cinco jornadas con otras tantas líneas defensivas y parejas de pivotes. Pero no acaba de dar en la tecla para lograr que el Alavés sea un equipo sólido en defensa.
Sin duda, es uno de los grandes ‘debes’ de este equipo que ha encajado importantes goleadas (el Almería le metió cinco en la Copa, por cuatro del Madrid en la Liga y los cinco recientes del Barça). De ahí que el ‘Pitu’ esté haciendo hincapié en mejorar la faceta defensiva, uno de los factores a mejorar para empezar a despegarse del infierno.
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