El servicio de trenes de Rodalies (Cercanías) en Cataluña registra este viernes el segundo día consecutivo de incidencias generalizadas, coincidiendo con la huelga que mantiene el sindicato de maquinistas Semaf y que ha dejado sin circulación, según la empresa, 567 trenes. Se habían establecido unos servicios mínimos del 85% en Rodalies, mientras que en las otras conexiones de Cercanías un 75% en hora punta y un 50% en el resto del día. Sin embargo, la compañía afirma que los maquinistas no los están cumpliendo, con lo que se hace imposible tener personal suficiente para poder dar cobertura a todos los convoyes. Los datos de la huelga hasta las cinco de la tarde indican que en Cataluña se están cumpliendo el 41% de los servicios mínimos (310 trenes suprimidos), en Cercanías de Valencia el 31% (83 trenes suspendidos) y en Cercanías Madrid el 74% (124 trenes suspendidos).
Como consecuencia de la falta de servicio, se están produciendo cancelaciones y retrasos generalizados en toda la red de cercanías. La situación impacta de lleno en los usuarios, que afrontan dificultades para poder llegar a sus destinos. Las críticas sobre la falta de información son generalizadas. “Pedimos disculpas a todos los ciudadanos por las molestias que está causando esta huelga”, ha manifestado Mayte Castillo, directora de Rodalies Cataluña.
La empresa mantiene que, cumpliendo con los requisitos formales, había enviado las órdenes a los maquinistas para que cubriesen los servicios mínimos, pero alude a una estrategia de incomparecencia voluntaria por parte de estos, como medida de presión para que se atiendan sus reivindicaciones sobre mejoras laborales. “Apelamos a su responsabilidad”, ha dicho Mayte Castillo. Las diferencias entre compañía y maquinistas están lejos de solventarse. De hecho, el sindicato Semaf ha anunciado que la huelga se alargará durante varias jornadas de las dos próximas semanas.
El jueves, primer día de paro, Renfe canceló más de 400 trenes y durante la mañana incluso se vio obligada a interrumpir totalmente la circulación de trenes en la estación de Barcelona-Sants por falta de personal. La baja frecuencia de paso de los convoyes atestó los andenes de viajeros y obligó a cerrar temporalmente la estación de plaza Cataluña por motivos de seguridad, para evitar aglomeraciones. La Generalitat pone de relieve que tras la protesta se esconde el rechazo del colectivo de maquinistas a las negociaciones entre el Govern y el Estado por el traspaso de Rodalies, una competencia que la Generalitat viene reclamando desde hace largo tiempo y que incluiría la flota de trenes y el personal, incluidos los maquinistas. El departamento de Territorio manifiesta que están puestas las bases para que el traspaso sea una realidad en 2022, siempre que se cuente con luz verde del ministerio. La administración catalana rechaza que el cambio competencial sea un motivo sólido para el paro de los maquinistas, y afirma que en ningún caso se producirá un menoscabo de sus condiciones de trabajo.
En Madrid, las conexiones de Cercanías son las más afectadas por la huelga. Renfe informa que esta mañana 34 trenes no han circulado porque algunos maquinistas no han cumplido con los mínimos que se habían estipulado. Desde atención al cliente de la Estación de Atocha agregan que la mayoría de los retrasos que se están produciendo se deben principalmente a problemas técnicos que no tienen que ver con la huelga. Carmen vive en Zarzaquemada y salió de casa a las 9 de la mañana. Iba de camino al trabajo en San Sebastián de Los Reyes y tuvo que hacer un transborde en Nuevos Ministerios porque su tren no llegaba ni siquiera a Chamartín. “No se están cumpliendo los servicios mínimos. No sé a qué hora llegaré a la oficina”, recalca enfadada.
En cuanto a las líneas de larga y media distancia, han sido suprimidos 16 trenes desde Madrid hasta las dos de esta tarde, por lo que los viajeros han sido recolocados en otros trenes que salen entre una y dos horas más tarde. Esperanza debe salir el martes para Archena, donde le espera un taxi para ir a un balneario. “Me enviaron un mensaje para que me pusiera en contacto con atención al cliente, pero no me contestan y en la web tampoco hay explicación. Es una odisea”, cuenta. Confirma que tuvo también problemas para acercarse a Atocha con los trenes de Cercanías. María tenía un billete para hoy a las 11.30 con destino Pamplona y le avisaron a las 10.00 de que estaba cancelado. Desde el servicio de Renfe tardaron media hora en cogerle el teléfono para decirle que no estaba suspendido. “Me fui corriendo para la estación, pero al final sí que resultó cancelado”. Tenía previsto hacer también transbordo en Zaragoza. “A ver cómo me solucionan esto ahora en la oficina”, zanja.
Sobre la una de la tarde, la situación se ha tranquilizado con respecto a las primeras horas de la mañana en Atocha, aunque un empleado notifica que las conexiones que están sufriendo más retrasos son las que llevan al aeropuerto de Barajas. Hay varios pasajeros que han tenido que esperar casi una hora. Pedro, que a las cuatro y media tiene un avión para Canarias, es uno de ellos. “Era consciente de la huelga, por eso he venido con mucha antelación. Sin embargo, no sé cuándo llegaré al aeropuerto”, señala agobiado.
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