La Selección mostró capacidades diversas en su camino hacia la conquista del oro en el Eurobasket. Su éxito se forjó en un gran trabajo colectivo, en el que destacaron estas cinco claves:
1. EL GRUPO CREYÓ EN SÍ MISMO
Las previsiones internas no apuntaban a una clasificación más allá de cuartos y el propio ranking FIBA situó a España en la séptima posición de candidatos iniciales. Una vez iniciado el torneo, los jugadores sí que fueron creyendo en sí mismos y no tuvieron que gestionar expectativas ni presiones externas elevadas. Superar el escollo de Lituania en octavos afianzó esa mentalidad y propulsó al equipo a las más altas cotas. Logró superar dificultades durante todos los encuentros y en la final gestionó una situación favorable para asegurar el oro.
2. UNA GRAN RIQUEZA TÁCTICA
El despliegue de recursos estratégicos que muestra España suele ser completo en casi todos los campeonatos pero esta vez resultaba más impactante al contar con teórico menor talento. Scariolo gestionó esas aportaciones usando variantes defensivas en los cruces que generaron confusión en los rivales y dieron un impulso más al equipo en momentos delicados. Ayudó, como suele ser habitual en los últimos campeonatos, contar con aportaciones de diversos profesionales en el área técnica, física y médica. Un ‘staff’ a la altura de una franquicia NBA.
3. GESTIÓN DEL ‘CASO BROWN’
La nacionalización del base generó críticas externas y también internas como se pudo comprobar cuando algunos jugadores clave, como el capitán Rudy Fernández, mostraron su opinión al respecto antes de la conccentración. Al final, su inclusión en el equipo se aceptó como si se tratara de un miembro más de ‘La Familia’ y Brown demostró no sólo su clase en la pista, clave para dotar de más armas al equipo, sino también un talante de jugador cerebral que le vino muy bien al grupo.
4. IMPACTO DEL ÚLTIMO EN LLEGAR
La lesión de Sergi Llull a pocos días del inicio del campeonato generó dudas en el equipo técnico, que finalmente apostó por los valores y experiencia de Alberto Díaz, ya recuperado de su lesión. El malagueño se reincorporó al equipo poco antes del debut y se fue integrando para aportar una capacidad defensiva y de lucha impactante en los partidos. Díaz ha sido el mejor en ‘más/menos’, parciales en pista, por minuto en el campeonato. En ACB lleva dos años siendo uno de los mejores recuperadores.
5. REPARTO DE ROLES DEFINIDO
Varias selecciones contaban con jugadores All Star de NBA pero España podía presumir de tener, posiblemente, al mejor conjunto en la rotación. A partir del sexto jugador, pocos rivales podían compararse al grupo que reunió Scariolo, que dio un papel definido a cada uno. Rudy lideró desde el ejemplo y los Hernangómez asumieron su responsabilidad de referentes. Un talento como Pradilla pudo crecer, Parra fue clave para frenar a Markkanen en cuartos y Brizuela o Jaime brillaron.