En el día de ayer deberían haberse sorteado en Las Rozas los emparejamientos de las fases de ascenso a Segunda División y a Segunda B, además de las eliminatorias del playout. El pasado domingo, algunos clubs estarían celebrando su clasificación entre los cuatro primeros y otros tantos estarían llorando por sus descensos.
Sin embargo, la realidad hoy es muy distinta y la gran mayoría, entre ellos todos los clubs guipuzcoanos, tiene puestas ya sus miras en una próxima temporada en la que habrá mucho en juego si es que finalmente sale adelante, como parece, el proyecto de una nueva categoría intermedia entre la Segunda y la Segunda B.
Claro que antes de competir, las entidades deberán solventar unos cuantos problemas. El primer inconveniente con el que se van a encontrar será el económico. La crisis del coronavirus ha afectado de lleno a las empresas y algunas no han podido abonar las cantidades pactadas a los clubs por patrocinio; y está por resolver si van a seguir dando su apoyo la próxima temporada. Luego habrá que ver qué pasa con las subvenciones de ayuntamientos y Diputación, si mantienen o no sus cantidades. Y por último están las partidas de los abonos, que seguramente se verán reducidas al no poder entrar espectadores en los estadios, lo que también afectará a la recaudación de los bares del campo. En definitiva, que el horizonte es más bien sombrío.
Con el negro panorama económico que se avecina y con la incertidumbre que aún rodea a las competiciones sobre su formato final y su fecha de inicio, que parece será en octubre, tocará confeccionar una plantilla lo más competitiva posible, lo que no será nada sencillo. Quién nos los iba a decir hace sólo dos meses…
Las últimas semanas se han convertido en una sucesión de propuestas, bien sea para reformar una categoría o para dilucidar ascensos y descensos. La última, y bastante sorprendente, es la del Amurrio, que ha sacado un comunicado en el que solicita el ascenso a Tercera tras haber sido segundo en la regional alavesa. Se basa el conjunto alavés en que al producirse un ascenso de Tercera a Segunda B, bien sea vía playoff exprés, si las autoridades sanitarias lo permiten, bien por designación directa de los campeones de grupo, se producirá una vacante y “al no haber descensos desde Segunda B, y al mantenerse los derechos de ascenso establecidos en el plan de competiciones, le corresponde a los equipos clasificados en segunda posición en Álava, Gipuzkoa y Bizkaia (Amurrio, Eibar Urko y Elorrio)”aspirar a esa plaza.
Y como no se va a disputar la tradicional liguilla entre los segundos clasificados, señala el Amurrio que “se deberá aplicar el criterio de mejor coeficiente”, que en este caso le favorece. No obstante, y como su ascenso significaría que habría 23 equipos en Tercera, señala que lo más adecuado es que suba uno más para que el número sea par y no haya jornadas de descanso, lo que terminaría beneficiando al Eibar Urko si es que finalmente pudiera subir.
Source link