Son de la misma quinta, con un año de diferencia, y los creadores de una obra maestra. Cada uno la suya. Cada uno a su estilo. Imanol
Alguacil (Orio, 1971) ha devuelto todo el esplendor a la Real Sociedad, con el regreso a Europa o a una final de Copa. Diego
Pablo
Simeone (Buenos Aires, 1970) ha reformado las vitrinas del Atlético de Madrid a base títulos. Mañana protagonizan un duelo estelar en los banquillos de Anoeta. Un partidazo mayúsculo.
Como cada vez que se ha tenido que desquitar de un varapalo, la confianza en el resurgir de la Real es absoluta. Sólida como su costumbre de ofrecer la mejor cara en un evento grande como el que se celebra en 24 horas. La Real recibe al líder ocupando los puestos de cabeza. No hay nada que temer.
Menos teniendo en cuenta que a los mandos de la tropa se encuentra Imanol
Alguacil. La racha de dos derrotas seguidas contra el Barcelona y el Levante está en peligro de extinción porque el inminente visitante de Anoeta es Simone. Un Cholo que para la Real de Imanol es más bien un chollo.
Imanol le tiene cogida la medida a Simeone. La estadística favorece con claridad al guipuzcoano en los cuatro ocasiones que se ha enfrenado al argentino en Primera División. Tres han sido en Anoeta, con dos brillantes victorias para la Real y una a favor del Atlético de Madrid, con un doblete de Morata. El actual delantero de la Juventus ha sido el único pupilo de Simeone en profanar el estadio donostiarra desde que Imanol manda en el banquillo local.
Las dos victorias del oriotarra al bonaerense en Anoeta fueron tajantes. Un gol de Willian
José y dos de Juanmi decidieron un extraordinario 3-0 a finales de la 17/18. Más simbólico fue el 2-0 de la pasada campaña, por coincidir con la inauguración de Anoeta en su actual versión, sin pistas de atletismo. Odegaard y Monreal firmaron un triunfo de valor, prestigio y estética.
Las dos sensaciones de la Liga
El sello de los entrenadores se palpa a la legua en la Real y el Atlético de Madrid. Mañana se cruzan dentro de un rectángulo la vanguardista propuesta txuri urdin, valiente, eléctrica cuando las fuerzas acompañan e intensa, con la poderosa versión madrileña, reconocible desde que Simeone manda allí. Una roca que esta temporada se ha tornado además vistosa.
Mientras Imanol cuenta por victorias casi la mitad de sus 98 partidos en la Real (45%), Simeone sumaría su triunfo número 300 como técnico del Atlético de Madrid si se impone en Donostia. Sus equipos son las dos sensaciones en las primeras 14 jornadas del campeonato.
Más allá de los estilos que han patentado, de su influencia, enorme, en el proceder sobre el terreno de juego, los números están dejando huella en el presente ejercicio. Son dos de los tres equipos que más goles han marcado en la Liga. La Real suma 25, tantos como el Barcelona, y el Atlético, uno menos (24). Y eso que los delanteros realistas han perdido eficacia en las últimas semanas.
La exuberancia en ataque no está reñida con naufragios en la defensa. La Real ha encajado 10 goles en el campeonato y Oblak, el superdotado portero del Atlético de Madrid, ha recibido la mitad (5) en tres jornadas menos. La Real ha sido líder desde la sexta jornada a la duodécima, cuando el Atlético de Madrid le rebasó. Son los dos primeros de la clasificación desde hace cuatro jornadas.
Si la Real de Imanol bate al Atlético de Madrid de Simeone, le igualará a 29 puntos al frente de la tabla. Un duelo por todo lo alto. Un pulso estelar. Con estilo.
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