Los árbitros siempre son objeto de polémico por la compleja naturaleza de su trabajo. A veces, sin embargo, algunas de sus decisiones son difíciles de justificar. Eso ocurrió anoche con el cuarto partido entre los Phoenix Suns y los Denver Nuggets de las semis del Oeste en un pañuelo y a menos de 30 segundos de la conclusión. Con 123-120 en el marcador, Deandre Ayton y Nikola Jokic se disputaron un balón en un salto entre dos.
En una jugada de pillo, Ayton le ganó la partida cometiendo una evidente falta que los árbitros no supieron ver a pesar de estar muy cerca de la acción. El pívot local agarró por el hombro al serbio, que se quejó ostensiblemente pero no recibió el premio de la falta personal. La posesión fue finalmente para los Suns, que terminaron por ganar el encuentro por 129-124 para empatar la eliminatoria 2-2. En un movimiento de toda la vida, un clásico del juego sucio, cuesta creer que los colegiados no puedan estar más atentos en una competición como la NBA y en un escenario como los playoffs.
Algunos aficionados, a través de las redes sociales, ventilaron su frustración con la actuación arbitral: “Es literalmente en lo único que hay que fijarse en un salto entre dos. No puede ser que tres árbitros no lo hayan visto”; “Deben ser los playoffs con más polémica debido a los árbitros”; “Cuánto más lo veo más adrede me parece”.