Gustavo Petro ha encontrado en el santismo a uno de sus asesores más importantes de cara a los 52 días de campaña que restan hasta la primera vuelta de las elecciones. Alfonso Prada, un estrecho colaborador de Juan Manuel Santos, el presidente que firmó el acuerdo de paz con las Farc, será su nuevo jefe de debate. Se encargará de decidir a cuáles asiste, de la articulación argumentativa y coordinará —y seguramente este sea el punto más importante— la respuesta a los ataques de sus oponentes para minimizar el temor que todavía provoca Petro en algunos sectores de la población por su pasado en la guerrilla del M-19.
“A mí no me venden el cuentico de que es un salto al vacío. Gustavo ha contribuido a la paz en Colombia con su vida entera, entregó todo por la justicia social”, dijo Prada durante su presentación pública. “Dicen que se van a ir los empresarios, que se va a quedar 20 o 30 años, que no lo vamos a sacar. Durante la firma del acuerdo de paz decían que le íbamos a entregar el país a Timochenko (último comandante en jefe de las Farc) para que fuera presidente de Colombia. A punta de esos cuenticos engañaron al país con el plebiscito”. El ‘no’ ganó entonces por escaso margen en una consulta ciudadana, por lo que un nuevo acuerdo que incluía algunas objeciones de los opositores tuvo que ser ratificado por el Congreso en 2016. La guerrilla se desmovilizó y entró en política, pero Colombia quedó dividida.
A Santos le sucedió Iván Duque, del partido de Álvaro Uribe, la principal figura opositora. Duque como presidente no ha sido muy entusiasta a la hora de aplicar el acuerdo alcanzado con la guerrilla. El nuevo fichaje de Petro asegura sumarse a esta campaña para regresar cuatro años en el tiempo y continuar de verdad la ruta diseñada por Santos, quien más tarde ganó el Nobel de la Paz. Prada y Petro han polemizado en el pasado por algunas cuestiones y cada uno pertenecía a un partido distinto. Sin embargo, ambos han insistido que eso más que un defecto es una virtud. En ese sentido, la política colombiana no es muy rígida, se crean alianzas inesperadas. Hace poco, la también candidata Ingrid Betancourt sorprendió a todo el mundo al acercarse a Uribe.
Sin embargo, desde la derecha y el centro Prada ha recibido críticas por apoyar a Petro. Lo consideran un viraje en su trayectoria política. “¿Para qué Prada allá?, me dicen. Les digo que estoy aquí para abrir un camino hacia la paz y la justicia social”, dice el nuevo asesor, que estaba retirado de la política desde hacía tres años. Ha enfrentado acusaciones por unos supuestos casos de corrupción en el Sena, el último organismo público que dirigió, dedicado al empleo. La fiscalía no ha encontrado pruebas directas que lo incriminen. En su momento de mayor apogeo, dirigió la secretaría de presidencia, por lo que se le considera un estrechísimo colaborador de Santos.
Para Francia Márquez, la fórmula presidencial de Petro, la incorporación de Prada supone regresar al camino del diálogo en una futura presidencia. “Este Gobierno hizo trizas la paz y ha condenado a vivir en la violencia a nuestras comunidades. Cambiar eso es nuestro mayor desafío”, ha añadido. Petro no ha esquivado que ha tenido discusiones con quien ahora será uno de sus consejeros más cercanos, pero asegura que ambos se han encontrado “en la paz”. Prada llega acompañado de otros políticos del Partido Liberal, el Partido de la U y de Cambio Radical. Sin alianzas fuertes que le impulsen a ganar en primera vuelta y dejar zanjado el destino del país, Petro suma pequeñas alianzas y nombres que le abran la puerta a una mayoría en Colombia.
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