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Un punto que sabe a poco para el Sevilla en Copenhague (0-0)

Un punto que sabe a poco para el Sevilla en Copenhague (0-0)

El Sevilla empató sin goles en Copenhague para tomar buenas sensaciones y empezar a crecer después del feísimo estreno que tuvo en la primera jornada en su durísimo grupo de Champions. Ese 0-4 frente al Manchester City instaló la crisis en Nervión y puso en el disparadero a Julen Lopetegui, quien sin embargo con su triunfo en el RCDE Stadium ante el Espanyol y la imagen de seriedad mostrada en Dinamarca apacigua los ánimos y los nervios ante una posible decisión sobre su continuidad que se debatió en el club en una semana muy tensa.

El empate no es el mejor resultado después de no haber sumado en la primera jornada, pero está claro que su futuro en el torneo se lo jugará el Sevilla ante el Borussia Dortmund, que cayó en Manchester y con el que se verá las caras en los dos próximos partidos, el primero en el Sánchez Pizjuán.

COPENHAGUE

00

SEVILLA

Copenhague: Ryan (2); Dicks (2), Kocholava (2), Vavro (3), Khristensen (3), Zeca (2), Falk (3) (Lerager, 79’,sc) Stamenic (2), Johannesson (2) (Sorensen, 87’, sc), Daramy (3) (Mukairu, 73’, 2) Claesson (2).(Haraldsson, 79’, sc)

Entrenador: Jess Thorup (2)

Sevilla: Dmitrovic (3); José Ángel Carmona (3), Gudelj (2), Kike Salas (2), Alex Telles (2); Fernando (2), Delaney (2) (Joan Jordán, 66’, 2), Rakitic (2) (Papu Gómez 66’, 2); Lamela (2) (Suso, 73’, 3), Isco (3) (Januzaj, 83’, sc); y En-Nesyri (2) (Dolberg, 73’, 2).

Entrenador: Julen Lopetegui (2).

Árbitro: Irfan Peljto (bosnio). 3

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El Sevilla dominó a un rival fuerte en su estadio, por fases lo encerró en su área, pero le faltó profundidad y claridad en los metros finales. Para sumar también en confianza, los de Lopetegui cerraron su primer partido de la temporada sin encajar un gol.

De salida, el técnico vasco volvió a confiar en su once en los dos chavales con los que sorprendió ante el Espanyol, José Ángel Carmona y Kike Salas, siendo de nuevo el bigoleador en Cornellà el que más animó el ataque de los andaluces, que salieron con Dmitrovic en lugar de Bono en la portería. Fue un inicio dominador, con un Isco moviendo los hilos y un Carmona percutiendo por la derecha, aunque al Sevilla le faltaba la tranquilidad necesaria para ganar en profundidad y llegada.

Isco reacciona tras una ocasión de gol.

Liselotte Sabroe / EFE

La primera llegada de Carmona fue a los 7 minutos en una acción que pudo acabar en penalti por manos de Khristensen, y luego Rakitic tuvo un disparo alto, pero la más clara la tuvo En-Nesyri en el 23 en un mano a mano algo escorado con el meta danés en el que no se atrevió a rematar con su pierna mala, la derecha. Eran los mejores minutos del Sevilla, que a la media hora fue cediendo terreno a un Copenhague limitado técnicamente pero que empuja en su campo y que es un equipo muy físico. Khristensen aprovechó una descoordinación defensiva en la banda de Carmona para plantarse solo ante Dmitrovic, pero su remate franco se fue muy alto.

Carmona intenta evitar un disparo de Kristiansen.

Liselotte Sabroe / AP

Isco dio mucha lucidez al juego del Sevilla

Fue el primer aviso de los locales, que con una falta frontal de Vavro que paró el meta serbio cerró su nómina de ocasiones antes del descanso y casi para todo el partido. Porque en la segunda mitad, liderado por un gran Isco, el Sevilla intensificó su dominio y pisó más el campo rival. Carmona tuvo un buen remate en un córner y un disparo flojo del malagueño fue otra buena ocasión en los mejores minutos de los andaluces, con una acción en la que Isco y Lamela casi se meten juntos en la portería con el balón. Con el danés Dolberg ya en el campo, el Sevilla quiso ser más práctico y buscar el balón aéreo y la segunda jugada, pero sobre todo minimizar riesgos en zonas peligrosas, algo que consiguió.

El danés Dolberg, uno de los últimos fichajes del Sevilla, lucha con Denis Vavro.

Liselotte Sabroe / EFE

El punto no es lo que buscaba el Sevilla en Dinamarca, pero es un buen comienzo y, por la imagen ofrecida, la constatación de que Lopetegui, tras las dudas iniciales, comienza a ensamblar el bloque. Eso sí, el futuro en la Champions se lo jugará ante el Dortmund, curiosamente su verdugo con Haaland hace dos años.




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