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Un regalo de cumpleaños frustrado


28 primaveras cumplió este sábado Willian
José y no tardó más de dos minutos en hacerse un autoregalo en uno de los escenarios más imponentes del mundo. Sergio Ramos también colaboró al inicio de una fiesta que al final acabó chafada.



La Real saltó al Santiago Bernabéu sin miedo, con intención de asaltar Chamartín tal y como lo hizo el día de Reyes de este mismo año. 11 meses después no pudo ser, y eso que se le puso muy de cara el partido gracias a Willian
José.

El brasileño saltó enchufado al partido y el primer balón que tocó acabó en el fondo de la red. Sergio
Ramos apareció como invitado especial en la fiesta de cumpleaños del de Porto Calvo. El camero no miró por su retrovisor y cedió malamente un balón a Courtois que lo aprovechó Willian. Dos toques. Uno para driblar al belga y otro para rematar a placer para hacer el primero de la noche.

Faltaban muchos minutos y el convite no había hecho más que empezar. La Real pudo ampliar distancias justo después. En una jugada embarullada el balón se quedó suelto en el área blanca y tras varios rebotes seguidos el cuero le cayó franco a Willian
José. El ‘9’, girándose y casi cayéndose, golpeó mal a la pelota con la izquierda mientras que Courtois, casi sin tiempo para reaccionar, sacó el pie para negar el gol.

Incredulidad en el brasileño, que nada más ver que el envío lo detuvo el belga se llevó las manos a la cabeza. Miró al línea pensando “levanta el banderín, por favor”. No era de fuego. Willian
José podía haber sacado la tarta al minuto 15 con su segundo tanto.

Una isla en la segunda

La Real se fue al descanso pidiendo la hora. El Madrid fue el Madrid en el Bernabéu en la segunda mitad y aguó el cumpleaños al brasileño, que en los segundos 45 minutos apenas pudo intervenir. Sin embargo, Willian
José también fue el protagonista de la jugada polémica del partido.

El ariete se metió en el área trastabillado pero con el esférico en su dominio. Levantó el balón con intención de regatear a Casemiro, que sacó el brazo y desvió claramente el balón. Se volvió loco el de Porto Calvo pidiendo penalti. No lo vio así Gil
Manzano ni tampoco, obviamente, González
Gónzalez en la sala VAR. Ni siquiera fue necesario revisar la acción en la pantalla del Bernabéu. Willian
José se marchó corriendo a por el extremo, pidiendo que la acción fuese revisada de nuevo: “Me han dicho cuatro veces que no”, gritó el colegiado.

Con el 3-1, los globos azules y blancos de la fiesta de cumpleaños de Willian
José se fueron pinchando, y el brasileño ni siquiera quiso probar la tarta. Que sean muchos más, Willian.


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