Después de cuatro partidos sin ganar, con dos empates y otras tantas derrotas, y la victoria in extremis del pasado viernes ante el Huesca, con goles de Kenan
Kodro y Nuñez, el Athletic afronta un reto mayúsculo mañana en el Estadio de la Cerámica. Los rojiblancos visitan al Villarreal, un equipo que está haciendo una gran temporada y que ya se postula como alternativa a Real Madrid y Barça para ocupar las posiciones de privilegio de LaLiga e incluso al Atlético de Madrid, que de momento camina con paso firme en lo más alto de la clasificación después de ganar al Elche (3-1).
Los datos son muy elocuentes y dicen mucho a favor de los dirigidos por Unai
Emery, que ha regresado al campeonato español después de su periplo por el extranjero. Los amarillos solo han perdido un partido oficial esta temporada entre Liga, Copa y Europa League. Y fue en el Camp Nou ante el Barça en la tercera jornada (4-0). De eso hace ya casi tres meses (27 de septiembre).
El último encuentro que perdieron fue contra los culés el 27
de septiembre
El resto de enfrentamientos en las tres competiciones los cuentan por victorias o empates. Además de la derrota contra los culés, el conjunto castellonense ha ganado en el torneo de la regularidad a Eibar (2-1), Alavés (3-1), Valencia (2-1), Valladolid (2-0), Getafe (1-3) y el sábado a Osasuna en El Sadar (1-3) y empatado con Huesca (1-1), Real Madrid (1-1) y Elche (0-0) en casa y frente a Atlético (0-0), Cádiz (0-0), Real Sociedad (1-1) y Betis (1-1) a domicilio.
Los amarillos recibirán a los rojiblancos después de once jornadas sin perder, una dato que se extiende a 17 encuentros contando todas las competiciones. Es cierto que antes de derrotar a los rojillos llevaban cuando empates consecutivos, algo que en la Liga de tres por victoria no suma demasiado, pero también lo es que se han visto reforzados por su buena trayectoria en la fase de grupos de la Europa League, donde han finalizado como primeros después de cinco victorias y un empate. Derrotaron a Sivasspor -5-3 y 0-1-, Qarabag -1-3 y 3-0 (la UEFA dio por ganador al Villarreal después de aplazarse el partido por covid-19 en el equipo de Azerbaiyán)- y Maccabi Tel Aviv (4-0) y la única igualada europea llegó en tierras israelíes (1-1). Ahora les ha tocado en suerte el Salzburg en dieciseisavos de final, eliminatoria que se disputará en la segunda quincena de febrero del próximo año.
La Copa se puede considerar más anecdótica, pero el único partido que han disputado hasta el momento correspondiente a la primera eliminatoria lo solventaron con una goleada. Fue además en tierras vizcaínas ante el Leioa (0-6) y ahí sí que se hizo notar la diferencia de categoría entre un equipo y otro.
“Los empates son buenos cuando no los tienes y son malos cuando los tienes; pero las victorias son las que hacen buenos los empates. Esta victoria nos da equilibrio para tener la confianza y la posición en la clasificación para sentirnos cómodos y con las aspiraciones de mantenernos ahí”, afirmó Unai
Emery el sábado después de vencer a Osasuna. “Tenemos un equipo con jugadores con mucha experiencia para retomar el control del partido”, añadió.
Hay un nombre propio en el submarino amarillo que destaca por encima del resto. Se trata de Gerard
Moreno, que el sábado marcó un doblete y ya acumula ocho goles en el torneo de la regularidad. Emery se refirió a su delantero: “Lleva ya aquí mucho tiempo. Tiene mayor confianza y rendimiento.Es donde tienen que mirarse los jugadores jóvenes. Es importante que los números individuales ayuden a la posición en la tabla”.
El punta, por su parte, está muy satisfecho de la temporada que está realizando. “Estoy muy contento por la confianza que me dan el míster y mis compañeros. Me siento con confianza y con libertad. Lo importante es que los goles sirvan para sumar. No es nada fácil y hay que darle mérito al trabajo que estamos haciendo. Es difícil ganar partidos en Primera, Europa… Debemos de continuar porque el camino es el correcto. Hay que alargar esta inercia positiva lo máximo posible”, dijo sobre los 17 partidos seguidos sin perder justo antes de recibir a los rojiblancos, que vuelven a disputar otro match ball después de las dudas de parte de la directiva con Garitano a pesar del 2-0 contra el Huesca.
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