Un Sevilla de dos caras revive ante el Fenerbahçe

La reacción a tiempo del Sevilla y una gran actuación de Dmitrovic permiten al Sevilla acudir a Turquía con una ventaja apreciable de dos goles en su competición preferida. No jugó bien el equipo de un Sampaoli que estaba en la cuerda floja tras el 6-1 en el Metropolitano, sobre todo en una primera parte en la que fue superado por el Fenerbahçe, pero se repuso tras el descanso y con goles de Jordán Lamela dejó a su afición contenta de cara a las opciones de estar en cuartos de final.

Con un extraño planteamiento en el campo con Acuña como medio centro y Rakitic en el carril, el Sevilla fue absolutamente dominado en la primera parte por los turcos, que tuvieron hasta ocho ocasiones claras para marcar antes del descanso ante el enfado generalizado de la grada, que despidió al equipo ya en el intermedio con gritos de “Castro dimisión”.

Dmitrovic, que repetía en Europa tras el intento de agresión de un espontáneo en Eindhoven, fue el mejor de su equipo, salvando varias acciones muy claras. A los 8 minutos ya había tenido que intervenir para sacar un disparo de Kadioglu en una posición muy ventajosa. Los turcos entraban como un cuchillo caliente en una defensa de mantequilla. La nerviosera en la zaga local era patente y el Fenerbahçe lo olió desde el principio. Un fallo de Nianzou a los 13 minutos estuvo a punto de significar el 0-1 de King. Uno después Valencia vio a Dmitrovic adelantado y estuvo cerca de sorprenderlo. No había pasado un cuarto de hora y los de Jorge Jesús ya habían tenido tres ocasiones claras.

Además, Telles se jugaba la segunda amarilla en una acción con King y era entoces cuando Sampaoli lo adelantaba al centro del campo. El primer acercamiento del Sevilla fue una falta de Rakitic lejana que pudo sorprender a Altay.

Pero poco después el Fenerbahçe seguía llevando el control y la más cara la volvía a tener King en un mano a mano con Dmitrovic, que evitaba el tanto.

Sampaoli trató de replantear el partido en el descanso y la entrada de Joan Jordán recolocó las posiciones para que las cosas empezaran a funcionar. Con Fernando como central y Acuña en su sitio, el Sevilla comenzó a llegar. Amagó primero Navas con un centro sin rematador y después Nianzou con un cabezazo que hizo emplearse a Altay, hasta que el portero turco no pudo atrapar un disparo de Jordán que desvió Arao.

El 1-0, sin hacer justicia, premiaba al equipo que más lo había intentado en la segunda mitad, en la que Valencia aún daría algún susto, que evitó Dmitrovic. Todavía el Sevilla tendría ocasión de ampliar la ventaja por medio de Lamela y Ocampos, pero cuando parecía que iba a tener que defender ese corto 1-0 en el infierno de Estambul, Lamela hacía el segundo en una jugada de Rakitic.