Un Sistema Solar para poner a Ciudad Rodrigo en la órbita científica

Un caminar a ritmo tranquilo lleva del Sol a Mercurio en apenas 199 metros. Unos cuantos metros más allá, se asoma la Tierra, una bolita azul de apenas cuatro centímetros de diámetro, una minucia al lado de los 4,8 metros de diámetro del astro rey que brilla a nueve metros de altura en el parque de la Glorieta en Ciudad Rodrigo (Salamanca, 12.500 habitantes). Estas distancias y tamaños suponen reproducciones exactas, a escala minuciosamente calculada de 1/290.000.000, del Sistema Solar y el espacio entre su estrella principal y los cuerpos celestes que orbitan en torno a ella. Plutón, el más distante, se halla a unos 20 kilómetros del Sol y remata así un proyecto que abarca toda la comarca y su patrimonio cultural y paisajístico. La asociación local Astróbiga ha dirigido la iniciativa, que se ha inaugurado formalmente este fin de semana con talleres y sesiones sobre astronomía con expertos nacionales e internacionales. El objetivo, además de la difusión cultural, consiste en colocar a la localidad como referente nacional y europeo del conocimiento sobre el conjunto planetario que nos rodea.

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Los curiosos que quieran saber más sobre Neptuno, Venus y compañía lo harán a la velocidad de la luz. La escala implica un viaje de la luz a cuatro kilómetros por hora, de modo que entre el Sol y Mercurio hay dos minutos de recorrido sosegado a pie, lo mismo que tardarían los rayos solares en cubrir esos millones de kilómetros. Eso sí, con precisos paneles explicativos. El proyecto ha salido adelante gracias a Astróbiga, creada en 2019 para vincular a Ciudad Rodrigo con el espacio, y ha contado con una gran dosis de cariño popular en forma de aportaciones económicas. La esfera del Sol está construida con unas 2.000 pequeñas manos de latón, cada una con el nombre grabado de un mirobrigense a cambio de una contribución de 10 euros.

La implicación social ha sorprendido a Nicolás Cahen, presidente de la agrupación, que comenta que gracias al micromecenazgo y al respaldo de los negocios pequeños del lugar consiguieron unos fondos que han ido ampliando con el apoyo de empresas fuertes e instituciones. La ilusión del bruselense Cahen y su pareja, salmantina, comenzó en 2014 durante un viaje de cooperación a la República Dominicana. Entonces descubrieron la pasión por la inmensidad del cosmos y, al trasladarse a Ciudad Rodrigo en 2017, decidieron cultivar el sueño de crear un centro de divulgación astronómica y enriquecer con esta faceta científica a la localidad, conocida por sus carnavales, cultura y gastronomía.

El orgullo por el éxito del plan rebosa en Javier Rodríguez-Pacheco, catedrático de Astronomía y Astrofísica por la Universidad de Alcalá e investigador principal de materias solares en varias misiones internacionales vinculadas a la NASA. Este mirobrigense de amplio currículo científico alaba que su localidad natal ofrece una “calidad nocturna de los cielos excepcional” que se complementa con “monumentos e historia”, que en adelante podrán conjugarse con una inmersión en la exploración del Sistema Solar. Este viajero empedernido asegura que el turismo astronómico pronto aterrizará en una provincia “que se está quedando vacía” y con un notable descenso demográfico.

El recorrido y la complejidad de sus componentes y la información vinculada, celebra el presidente de Astróbiga, no tiene parangón en España y en el mundo hay pocas réplicas como esta

El plan astronómico de este pueblo de Salamanca, relata el integrante de Astróbiga Domingo Benito, cuenta con el respaldo del Ministerio de Ciencia e Innovación ante una segunda fase, que incluirá una web detallada, una “recreación de la historia del universo” y una aplicación avanzada con realidad virtual sobre los planetas. Benito agradece también que pequeñas tiendas de Ciudad Rodrigo se animaran desde el principio con la causa y destaca que la empresa GMV, gracias al interés particular de uno de los trabajadores y sin ellos contactarla en busca de fondos, se puso en contacto con la asociación para respaldar las réplicas.

Nicolás Cahen, presidente de Astróbriga., a la izquierda, y Javier Rodríguez-Pacheco, catedrático de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Alcalá, ante la réplica del Sol.
Nicolás Cahen, presidente de Astróbriga., a la izquierda, y Javier Rodríguez-Pacheco, catedrático de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Alcalá, ante la réplica del Sol. David Arranz

Cahen asegura que el recorrido y la complejidad de sus componentes y la información vinculada no tienen parangón en España y que en el mundo hay pocas réplicas como esta. Algunas en Australia, Suecia o Alaska, relata, podrían competir, pero sin los detalles técnicos de la desarrollada en suelo charro y con Plutón a solo siete metros de la frontera con Portugal. “Hay muchas personas que se sienten dueñas del Sistema Solar”, aplaude el presidente de Astróbriga. Teresa Cazás, responsable de cosechar patrocinios durante estos meses hasta alcanzar los 90.000 euros que han sustentado esta reproducción, lo confirma. La mujer se vio “gratamente sorprendida” por cómo peluquerías, clínicas estéticas, cafeterías, farmacias o tiendas de ropa donaban dinero “con la que está cayendo”, casi a ciegas, para una iniciativa que creen que servirá para dar empuje económico y traerá turismo de calidad, con familias enteras con ganas de ampliar sus conocimientos científicos. El enclave de Ciudad Rodrigo, además, dispone como uno de sus atractivos del Patrimonio Mundial del yacimiento rupestre de Sierraverde. La hija de Cazás y sus amigas pusieron encantadas sus manos y su aporte monetario para “pasar a la posteridad” y, nunca mejor dicho, echar una mano.

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