Viendo la relevancia que ha adquirido esta temporada Bernardo Silva en los esquemas de Pep Guardiola, nadie diría que el verano pasado el portugués era transferible en el Manchester City. Descontento con su poca participación durante el pasado curso, Bernardo pidió salir, aunque el interés de clubs como el FC Barcelona o el Atlético de Madrid no cristalizó y el lisboeta terminó quedándose en Manchester.
Clave en octavos de final ante el Sporting de Portugal y en el partido de ida contra el Real Madrid, gol incluido, Bernardo Silva se doctoró en el Santiago Bernabeú, que volvió a vivir una de sus noches mágicas en Champions League y presenció una remontada para el recuerdo, con el postrero doblete de Rodrygo y el definitivo gol de Benzema en la prórroga, que condujeron a los blancos a la final de Saint-Denis.
De Bruyne, ausente
Con el belga Kevin de Bruyne desaparecido en combate, el ex del Benfica cogió la batuta del centro del campo ‘skyblue’ en una noche amarga para los aficionados del City. El luso fue el encargado de darle salida a su equipo, partió el sistema defensivo blanco apareciendo entre líneas y todavía tuvo fuerzas para llegar al área rival, como demuestra el hecho de que la ocasión más clara del primer tiempo fuera suya.
Asistió a Mahrez en el 0-1
Courtois repelió como pudo su tiro a bocajarro en el 20’, pero nada pudo hacer para repeler el tanto de Mahrez (73’). Asistido por Bernardo Silva, el argelino sorprendió por el palo corto al belga y se resarció después de sus innumerables fallos en la ida.
La embestida final del Real Madrid no debe ensombrecer la brillante actuación de un futbolista superlativo, que esta campaña ha demostrado estar, por méritos propios, entre los mejores futbolistas del mundo.