Roberto
Molina es el que lleva buena parte del peso en esta fase de retorno a las canchas de los hombres de negro. El preparador físico explica que ahora hay que ir despacio, recuperando sensaciones. Así han transcurrido las primeras sesiones en La
Peña.
“Después de tantos días confinados, aunque han estado activos con el trabajo en casa, el volumen y la planificación que tenemos durante estas dos primeras semanas es muy progresivo para que vayan acumulando minutos y ver cómo van reaccionado sus cuerpos y poco a poco ir aumentando la intensidad”, indicó.
“El primer día tenían muchas ganas de venir, no han cogido kilos, pero es inevitable la pérdida de masa muscular y sus índices de fatiga, su respuesta cardiovascular, es mucho menor que al irse”, prosiguió ya con la mente en la próxima semana: “Seguimos con el mismo plan de trabajo, con tres jugadores, cada uno en una canasta con uno de los técnicos y el tercer jugador conmigo, en el lateral, en un trabajo más físico. Luego vamos rotando. Estiraremos el volumen la semana que viene”.
La seguridad es lo primero. “Estar con mascarilla, con guantes, te dificulta un poco, pero si valoramos de dónde venimos es positivo estar de vuelta a los campos”, terminó.
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