Un txuri urdin nacido en Alkmaar

Por si no hubiese quedado del todo claro durante la conversación, Ben
Parhan insiste en un concepto clave justo antes de terminar la llamada. “Que no haya ninguna duda. Yo nací en Alkmaar, pero voy con la Real a muerte. Cien por cien”, sentencia entre risas. Aunque lo cierto es que la aclaración no era necesaria.

Txuri urdin hasta la médula desde hace 17 años y miembro de la Peña
Maite, Ben verá cómo su gran pasión y sus raíces se cruzan esta tarde sobre el césped de Anoeta. La Real se la juega ante el AZ de su Alkmaar natal. “Yo soy de un pueblo cercano a Amsterdam, pero el hospital estaba en Alkmaar, así que técnicamente nací allí. No tengo mucha relación con la ciudad, pero sí que guardo cierto cariño al AZ. De pequeño también fui una vez con un amigo al estadio antiguo, el Alkmaarderhout”.

Un lazo circunstancial que invita a Ben a seguir con aprecio las evoluciones del equipo de Arne
Slot. “De vez en cuando les he visto jugar porque soy seguidor del Ajax, aunque también soy padre así que lo de ver partidos enteros no lo tengo fácil. Es un equipo muy holandés, juegan muy alegre, con combinaciones rápidas y mucha efectividad en ataque. El año pasado, cuando se paró la Liga, estaban empatados a puntos con el Ajax y tengo que ser sincero, creo que habrían sido campeones de haberse terminado porque estaban en mejor forma”.

Avisa de que “saben competir. Es algo que se les echaba en cara, que estaban arriba pero no eran capaces de ganar al Top-3 (Ajax, PSV y Feyenoord). Pero esa tendencia ha cambiado. De hecho, en Holanda ya se habla de Top-4”.

Estreno inmejorable

Su corazón, eso sí, tiene dos colores: el azul y el blanco. “Yo era socio del Ajax. En 2003, cuando vine a Donostia, me di de baja y, automáticamente, de alta en la Real”. Se estrenó por todo lo alto. “Mi primer partido en Anoeta fue el 4-2 contra el Madrid de los galácticos”, sonríe. “Ese enamoramiento dura hasta hoy y permanecerá para siempre”.

Percibe ciertas similitudes entre este equipo y aquella Real del subcampeonato, su primera Real. Ese aroma a que algo grande se está cociendo. Y no duda en señalar al principal artífice. “Es una gozada tener a un técnico que lleva la Real en la sangre. Imanol expresa todo la pasión que uno quiere de su entrenador”.

En el campo, a Ben le cuesta elegir al jugador que más le transmite. “Si tengo que quedarme con uno, diría que Oyarzabal. Un chaval con esa edad y ese liderazgo, que incluso después de ganar un partido es capaz de salir y decir que hay que mejorar esto o aquello, con la cabeza en su sitio… Da gusto. Pero hay muchos jugadores. Tenemos un equipazo”.

Fotos de tiempos felices

Ben, como miles de realistas, se muerde las uñas pensando en que no podrá empujar al equipo desde la grada en una tarde como ésta, con sabor a final. “Toca verlo en casa, es una pena. El martes, por casualidad, estuve mirando unas fotos del año pasado, en la grada
Zabaleta, con todo el estadio lleno… Es una lástima, lo echo muchísimo de menos”.

La Real extrañará el aliento de su gente. “Es un partido vital, ganando iremos a su campo seguramente en un triple empate y les meteremos presión. Creo que la Real es mejor equipo pero no hay que subestimar al AZ. Si estamos serios atrás, tendremos buenas posibilidades porque su punto débil es la defensa”. Lo dicho, no hay duda de con quién va esta tarde.


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