Los catálogos de plataformas de streaming como Movistar+, Filmin, Netflix, HBO o Amazon Prime Video contienen multitud de series británicas que nos transportan a la Inglaterra más típica y genuina a través de la pequeña pantalla. Desde los acantilados de Dorset de la aclamada Broadchurch hasta las grandes mansiones y los pueblos encantadores de los Costwolds donde se rodó la elegante Downton Abbey. Y del Oxford imperturbable en el tiempo del detective Endeavour (y de su precuela Morse) a las calles decimonónicas de Birmingham, donde se mueve el imperio criminal de Peaky Blinders. Estas son algunas de las mejores series para hacer un viaje por escenarios genuinamente british.
Radcliffe Camera, una de las salas de la biblioteca Bodleiana, en Oxford. Su característica cúpula aparece en multitud de planos de la serie ‘Endeavour’. Ionut David alamy
El detective Endeavour nos enseña el Oxford de los años setenta
Pocas formas de viajar a Oxford más amenas que sumergirnos en las ocho temporadas de Endeavour, una ficción ambientada en los años sesenta y setenta del siglo XX, concebida como una precuela de otro famoso serial británico, Inspector Morse (1987-2000), con el mismo protagonista pero mucho más maduro. Las dos producciones están basadas en los relatos de misterio creados por el escritor Colin Dexter (1930-2017).
Endeavour es una serie magnífica, británica hasta la médula, con el actor Shaun Evans en el papel de Endeavour Morse, un policía novato, culto, antiguo estudiante universitario y conocedor como nadie del ambiente que reina en colegios, facultades, bibliotecas y pubs de la monumental ciudad universitaria. Esta trama policial ambientada entre 1965 y 1971 despliega unas historias perfectas en las que se mueven tipos complejos. Y la ciudad de Oxford es un personaje más, recreada con gran fidelidad, especialmente el ambiente estudiantil que bullía en los setenta, y que no ha variado mucho. Aparecen localizaciones como el Christ Church College, la biblioteca Bodleiana, el puente de los Suspiros (puente de Hertford, que une dos colleges) o el teatro Sheldonian. También hace un retrato certero de sus calles, con los estudiantes y profesores togados de negro y circulando en bicicleta, algo que sirve de guía para conocer uno de los centros intelectuales y estudiantiles con más pedigrí de Inglaterra. Muchas escenas se desarrollan en sus míticos pubs —The Bear Inn, The King’s Arms, Lamb and Flag, entre otros—, donde el sargento Endeavour y su veterano inspector Thuesday ponen en común sus pesquisas.
Mención aparte merece la legendaria biblioteca Bodleiana, una de las más antiguas de Europa, inaugurada en el siglo XVII. Ocupa cinco edificios de Broad Street, uno de ellos la Radcliffe Camera, con una cúpula muy característica que domina el centro de Oxford. Aparece en muchos planos aéreos entre secuencias o en tomas generales cuando el detective visita las universidades. En casi todos los capítulos aparecen diversos colleges, de los 40 que compiten por la excelencia en la ciudad, como el New College o el Exeter College. Y no es difícil identificar el histórico comedor universitario del Keble College en muchas escenas.
‘Endeavour’ se puede ver en Filmin y Prime Video; ‘Inspector Morse’, en Amazon Prime Video.
Acantilado de arenisca al este de West Bay, en Dorset (Reino Unido). Colin Varndell alamy
Los acantilados de Dorset en ‘Broadchurch’
Una de las series detectivescas con más calidad de los últimos años es Broadchurch, ganadora de tres Baftas y convertida en una ficción de culto gracias, sobre todo, a las interpretaciones de David Tennant (el detective Alec Hardy) y Olivia Colman (su compañera Miller). Además del buen hacer de los actores y la complejidad de las tramas, el tercer gran protagonista es sin duda el espectacular paisaje costero que sirve de escenario a la serie, con unos icónicos acantilados que son una constante a lo largo de todos los capítulos. Se supone que se hallan en un pueblo llamado Broadchurch, que no existe en realidad pero que podría ser cualquiera de los que se asoman al canal de la Mancha desde la costa de Dorset. El más fotogénico de todos estos barrancos, que irrumpe a menudo en pantalla, es West Bay, también el más icónico de los que se suceden a lo largo de la llamada Costa Jurásica, patrimonio mundial. A lo largo de 150 kilómetros, desde Orcombe Point, cerca de Exmouth, hasta las Old Harry Rocks, junto a la ciudad de Swanage, en la parte oriental de Dorset, se extienden una sucesión de paredes verticales de caliza que permiten al viajero hacer muchas paradas.
Los acantilados se integran en el llamado Sendero de la Costa Suroeste (South West Coast Path, en inglés), que es la ruta a pie más larga del Reino Unido, muy frecuentada por los senderistas, que pueden caminar a lo largo de 1.000 kilómetros, desde Minehead (Somerset), rodeando toda la costa de Cornualles para terminar en el este, en Poole (Dorset). En el camino, esperan los famosos acantilados de Cornualles y Devon, y concretamente West Bay, con su puerto, su playa y las pequeñas tiendas que tan bien aparecen reflejadas en la serie. Una de las visitas más espectaculares es, sin duda, la de los precipicios rojos de East Devon, vigilados por islotes de arenisca roja, o las playas de Charmouth y Lyme Regis donde acuden muchos buscadores de huellas del pasado remoto, que además encuentran un auténtico paraíso en el fantástico bosque de fósiles al este de Lulworth Cove.
Una antigua mina en Botallack, localidad de Cornualles. JLImages alamy
La naturaleza salvaje de Cornualles en ‘Poldark’
Poldark fue una de las series más míticas de los años setenta. Narraba las aventuras del capitán Ross Poldark, un terrateniente de Cornualles que regresa de la guerra de independencia de EE UU (1775-1783) y se asienta en su lugar de origen. La BBC recuperó este clásico hace unos años en una versión renovada que tiene la virtud de permitirnos contemplar los maravillosos paisajes de Cornualles, con algunas imágenes memorables, como el mar color turquesa de Porthcurno o las playas de arena blanca y fina por las que Ross y su esposa Demelza caminan bajo un (improbable) espectacular día soleado. Porthcurno es uno de los lugares más fotografiados de la costa de Cornualles. Durante la marea baja se une con la cercana playa de Pedn Vounder, y crean un entorno tan popular que la oficina de turismo de la zona dejó de promocionar el sitio porque había una saturación de visitantes.
Pero hay muchos otros sitios de la serie reconocibles si viajamos por la costa de Cornualles, como la playa de Kynance Cove, también de arena blanca y aguas turquesa, que en la marea baja permite explorar cuevas e islas. El arenal está gestionado por el National Trust (organización para la conservación y cuidado del patrimonio histórico) y es uno de las más famosos de Cornualles. O la enorme playa de arena dorada de Holywell, la bahía más grande del tramo de costa que va entre Perranporth y Newquay. Las islas gemelas de Carter’s y Gulls Rock ponen un telón dramático a algunas escenas de acción de Poldark.
También podemos pasear por Charlestown, cerca de St. Austell, que aparece como la ciudad principal de la serie, con un atractivo puerto donde se puede visitar uno de los veleros de época utilizados en el rodaje. Este pueblo, famoso por su aspecto tradicional y su colección de grandes barcos, ha servido de escenario de muchas otras películas y series británicas.
La naturaleza salvaje de Cornualles aparece esplendorosa en muchas escenas de Poldark, incluso cuando son entornos algo hostiles, como Bodmin Moor, un páramo punteado por algunas cabañas ocasionales, una de las cuales se utilizó para filmar los exteriores de la casa de los Poldark Nampara. También se puede reconocer el pueblo de Minions entre esos páramos accidentados y con formaciones rocosas y círculos de piedra.
Algunos de los escenarios siguen teniendo un uso similar al que tenían en el siglo XVIII, como la sombría e imponente cárcel de Bodmin. Hoy es un museo abierto al público, con varios recorridos y atracciones en las que emular la penosa vida de los habitantes de esta prisión centenaria.
Esta es una zona minera, y los antiguos pozos e instalaciones de extracción de cobre y estaño se asoman en muchas escenas de la serie como paisajes de fondo, como las casas de locomotoras de Cabeza de Santa Inés, que es una ubicación natural perfecta para Poldark, igual que lo son las casas de máquinas de Botallack, encaramadas al fondo de escarpados acantilados. Son edificios que resumen la historia minera de Cornualles, aunque pocas quedan en pie de las más de 100 casas de este tipo que había durante el siglo XVIII y el XIX. La zona, desde la que llegaron a salir dos tercios del suministro mundial de cobre, se conoce actualmente como Cornwall and West Devon Mining y es patrimonio mundial de la Unesco.
El hito más representativo de la íntima relación de Cornualles con Poldark es la llamada Mina Poldark, a las afueras de Helston, que originariamente se llamaba Wendron Forge hasta que fue rebautizada con el nombre de la serie. Se utilizó para rodar algunas de las secuencias subterráneas de la entrega original de 1977, y después se volvieron a utilizar en su adaptación moderna.
‘Poldark’ puede verse en RTVEPlay y en Movistar+.
La localidad inglesa de Port Isaac, en el condado de Cornualles, rebautizada como Portwenn para la serie ‘Doc Martin’. Manfred Gottschalk getty images
Una visión amable de Cornualles con ‘Doc Martin’
En España se hizo muy popular hace unos años una serie de televisión de un médico que se trasladaba a un consultorio de un pequeño pueblo de Asturias. Doctor Mateo tuvo muchísimo éxito y contribuyó a que miles de visitantes inundaran las calles de Lastres para reconocer sus escenarios. Pues bien: esa serie en realidad era un remake de otra británica con similar argumento y personajes: Doc Martin.
En el caso de la serie inglesa, la pequeña aldea costera donde se retira el brillante (y antipático) cirujano Martin Ellingham, es Port Isaac (Portwenn, en la ficción), en Cornualles. No es la primera ni la última serie rodada en este pequeño y fotogénico puerto, cuyo muelle se remonta a tiempos de Enrique VIII, con edificios levantados entre el siglo XVI y el XIX. Fue siempre un pueblo de pescadores, pero conserva casi un centenar de edificaciones históricas, por lo que en buena parte vive del turismo.
Tanto este puerto como la aldea cercana de Port Gaverne ofrecen muchos recorridos a pie a lo largo de la costa y hacia el interior. A seis kilómetros está la playa Polzeath, muy valorada por los surfistas, igual que la playa contigua, Daymer Bay. Otra excursión puede ser la que nos lleva a los jardines victorianos de Long Cross, en Trelights; y los amantes del ciclismo pueden pedalear por el Camen Trail que une Padstow, Wadebridge y Bodmin. Hay dos trenes a vapor que circulan por la zona: el Nodmin Steam railway, de vía ancha; y el Laucenston Steam Railway, de vía estrecha.
Pero muchos ingleses visitan este entorno casi exclusivamente para ver los escenarios de grabación de la popular Doc Martin: su casa, el consultorio, la escuela o la taberna del pueblo. El fenómeno se repitió con su remake español, Doctor Mateo, con similar resultado para el turismo local (en Lastres se diseñó incluso una ruta temática por los escenarios).
‘Doc Martin‘ puede verse en Amazon Prime Video.
El castillo de Highclere, la mansión de ‘Downton Abbey’ en la popular serie de la cadena pública británica BBC. Greg Balfour Evans alamy
Mansiones y pueblos con encanto en ‘Downton Abbey’
Para empaparse del ambiente rural inglés nada como meterse entre pecho y espalda las seis temporadas de Downton Abbey, una serie con un exhaustivo cuidado en los detalles y una ambientación exquisita. El drama ambientado en los primeros años del siglo XX y creado por Julian Fellowes (Óscar al mejor guion original por Gosford Park) se convirtió en un fenómeno mundial, con una audiencia global estimada en 120 millones de espectadores. Los vaivenes vitales y sentimentales de la aristocrática familia Crawley tenían como epicentro Downton Abbey, una mansión victoriana con aires de palacio gótico, con un ejército de sirvientes y rodeada por jardines y bosques. La ficción la sitúa en Yorkshire (al norte de Inglaterra), pero el rodaje se hizo en Hampshire (al sur del país), concretamente en Highclere Castle, donde todavía viven los condes de Carnarvon, convertido desde el rodaje en una verdadera atracción turística que puede incluso alquilarse para celebraciones.
En la serie podremos contemplar el abigarrado interior de la mansión: paredes recubiertas de bordados italianos del siglo XVI y techos barrocos pintados a mano en la Sala de Música, una biblioteca con miles de libros, lujosos dormitorios victorianos o el famoso salón revestido con paneles de cuero. En la visita a Highclere Castle se puede acceder también una exposición permanente de arte egipcio en sus sótanos (no hay que olvidar que fue Lord Carnarvon el que financió a Howard Carter, el descubrimiento de la tumba de Tutankamón). Los visitantes pueden hoy tomar un té en la cafetería o pasear por sus jardines, además de admirar el interior de la mansión.
Pero Highclere Castle no es el único escenario en el que se desarrolla este culebrón de época. En diversos capítulos aparecen otros castillos, como el de Alnwick, que figura en la serie como el castillo de Brancaster, y también el castillo de Inveraray, en Escocia, que hace las veces del castillo de Duneagle donde pasan algún fin de semana los Crawley. Hoy esta casa de campo de arquitectura neogótica ofrece a los turistas una cuidada selección de tapices, cuadros y unos jardines impresionantes.
Pero una de las mejores cosas de la serie son los escenarios de la Inglaterra más rural, concretamente de la zona de los Cotswolds, al norte de Highclere. Allí es donde está Bampton, donde se rodaron muchas escenas del pueblo de Downton, o la Casa Crawley, la iglesia, los pubs o la oficina de correos. Reconoceremos por ejemplo el hospital de la serie, que en realidad es el Archivo de Bampton. Otra visita turística puede ser la granja de Cogges Manor, en Oxfordshire, que aparece en muchos episodios con el nombre de Yew Tree Farm.
Los Cotswolds representan la Inglaterra rural más típica, esa de casas de piedra, pueblos con encanto con pequeñas tiendas en las que parece que el tiempo no ha pasado y estrechísimas carreteras rurales que conducen a granjas o aldeas. Aunque la excusa sea buscar los escenarios de rodaje de Downton Abbey, el viaje nunca defrauda, con sorpresas y estampas típicamente inglesas a la vuelta de cada curva del camino y con un rasgo común: la armonía del conjunto, donde nada parece fuera de lugar. La región está al oeste de Inglaterra, a dos horas en coche desde Londres y a una o menos de Bristol, encerrados entre tres localidades míticas como son Stratford Upon Avon, la ciudad de Shakespeare al norte, Oxford al este y Bath al este. Cualquiera de sus pueblos merece una pausa, pero hay paradas imprescindibles como Broadway; Chipping Campden; Stown, Painswick, Upper y Low Slaughter, Bourton on the wáter, Bibury y Tetbury, esta última considerada la joya de los Cotswolds, donde abundan los anticuarios, las pequeñas tiendas y las buenas propuestas para gourmets, incluída una sorprendente y magnífica tienda gastronómica ¡española!, Lola & Co.
‘Downton Abbey’ puede verse en Netflix.
Barcazas en un canal del Black Country Living Museum, en Dudley. Se trata de una recreación de la vida portuaria de Birmingham que ha sido usado como escenario de muchos capítulos de ‘Peaky Blinders’. Gregory Davies alamy
Gran Manchester: el Birmighan de los Peaky Blinders
Peaky Blinders, con una magnífica ambientación, muy cuidada, al estilo británico, se ha convertido en un verdadero fenómeno social con miles de seguidores. Producida para la BBC, cuenta la historia de una pandilla de gánsteres callejeros de los años veinte que ascienden hasta convertirse en los reyes de la clase obrera en el puerto de Birmingham. El argumento está basado en una banda real que operó (y atemorizó) en la ciudad a finales del siglo XIX y principios del XX. En torno a sus miembros, de sospechosa procedencia, se desarrolla una escalada de violencia y lucha por el poder.
Lo más característico es su vestuario, con sus gorros y sombreros en los que llevan ocultas las cuchillas. Pero, sobre todo, resulta magnífica la recreación de la vida portuaria del Birmingham de los años treinta, y de lugares como el Ayuntamiento, la región de Black County (noroeste de Birmingham y sureste de Wolverhampton) o el Living Museum de Dudley, una recreación de calles, casas, talleres, escuelas y tiendas de época por la que circulan los personajes. Aquí se han rodado escenas de todas las temporadas.
También se han aprovechado otros escenarios, muchos de ellos del Gran Manchester, como los Victoria Baths del centro de la ciudad, un complejo de recreo y balneario de estilo neoclásico inaugurado en 1906 y clausurado en 1993. Ahora reabre al público cada año durante los meses de primavera y verano y se puede visitar o asistir a eventos. En Peaky Blinders aparece transformado como la sede de la feria de caballos. El Ayuntamiento de Stockport, una ciudad de unos 140.000 habitantes que forma parte de los suburbios del Gran Manchester y donde se producían prácticamente el 100% de los sombreros del Reino Unido a finales del siglo XIX, es otro de los lugares retratados en la serie, con muchas escenas rodadas dentro del edificio.
También se muestra en diversas secuencias el pueblo de Port Sunlight, que fue en realidad una colonia de trabajadores levantada por la propia empresa de jabón que les daba trabajo. Un lugar con una organización del trabajo supuestamente ideal, integrado por unas 800 casas que hoy son edificios protegidos por el Ministerio de Cultura británico. Igualmente, aparecen rincones muy reconocibles de Liverpool, como el icónico St. George’s Hall, un edificio neoclásico que en su día tuvo el órgano más grande del mundo. Por último, en la ciudad de Bolton están rodadas las escenas que simulan estar en Londres. Esta urbe cercana a Manchester posee un interesante museo en el que hay desde momias egipcias hasta restos de la historia local.
Otro elemento recurrente es el tren, que irrumpe en muchos momentos. Para ello se empleó el ferrocarril de Keighley & Worth Valley, unos ocho kilómetros desde Keighley hasta Oxenhope. Es un tren patrimonial convertido en una importante atracción turística sustentada por voluntarios, con locomotoras antiguas y vagones cuya fabricación va de 1860 a 1960.
‘Peaky Blinders’ puede verse en Netflix y en Amazon Prime Video.
Graneros de heno en Upper Swaledale, en Yorkshire Dales (Inglaterra). Un escenario bucólico donde se desarrolla la trama de ‘Todas las criaturas grandes y pequeñas’. Colin Ward alamy
Aventuras de un veterinario de pueblo en Yorkshire
Todas las criaturas grandes y pequeñas es una serie amable y muy bien ambientada que narra las aventuras y desventuras de un veterinario, Herriot, que consigue su primer trabajo en un pequeño pueblo de Yorkshire, en la consulta de un excéntrico veterinario de carácter agrio. Capítulo a capítulo va conociendo a los vecinos y va haciéndose con el cariño y afecto del pueblo. Las aventuras de este joven licenciado transcurren en lugares llenos de encanto de Yorkshire.
La serie sigue la obra autobiográfica de un veterinario joven y entusiasta de Glasgow, James Alfree Wigh, que escribió sus historias como veterinario rural en Thirsk, un libro que se convirtió en superventas en el mundo anglosajón y que fue llevado previamente al cine y a televisión. En la serie, el veterinario llega a la villa de Darrowby, que en realidad es Grassington, un pueblo de poco más de mil habitantes. Allí encontraron los productores el marco ideal para una historia ambientada en el año 1939 en la que no faltan la consulta veterinaria, el pub donde se encuentra con los parroquianos y, sobre todo, unos alrededores de espectacular verdor en la zona de Yorkshire Dales, donde vemos muchas escenas con los veterinarios conduciendo entre prados y cercas para visitar a sus pacientes en las granjas.
Es una serie entrañable que anima a visitar los Yorkshire Dales, a donde podemos llegar por ejemplo desde la ciudad balnearia de Harrogate, muy popular entre la élite inglesa a finales del siglo XIX y principios del XX. Desde allí solo hay un corto viaje para llegar al parque nacional de Yorkshire Dales, un paisaje de valles separados por montes que se han convertido en un sitio fantástico para hacer senderismo. Por aquí pasan también algunos senderos interesantes, entre ellos el Pannine Way y el Dales Whay.
‘Todas las criaturas grandes y pequeñas’ se puede ver en Filmin.
El Museo Holburne en Bath (Somerset, Inglaterra). travelbild alamy
Bath: el Londres del siglo XVIII de ‘Los Bridgerton’
Los Bridgerton es una serie de época que se desarrolla sobre todo en Londres, en magníficos salones de baile y casas señoriales. En realidad, muchos de esos escenarios fueron grabados en las calles de Bath, una elegante ciudad del sureste inglés patrimonio mundial que conserva el ambiente de la Inglaterra de la Regencia, como en su histórico Royal Crescent, un conjunto en semicírculo de casas del siglo XVIII que es su postal más famosa. En la serie se puede contemplar Bath en muchas de sus escenas al aire libre y en interiores, como apartamentos o tiendas. Por ejemplo, el atelier de Madame Delacroix, epicentro del cotilleo de la alta sociedad, que en realidad es la cafetería Pickled Greens, situada en Abbey Green, donde merece la pena pararse a tomar alguna de sus especialidades.
Bath es una ciudad exquisita, con unas importantes termas romanas muy bien conservadas que fueron el origen de su tradición balnearia. En el siglo XVIII era el gran punto de encuentro de los nobles y la alta burguesía británica, cuyas casas se conservan intactas. Reconoceremos, por ejemplo, la residencia de la familia Featherington, en la icónica Royal Crescent, que hoy es una casa museo ideal para averiguar cómo era por dentro una vivienda del siglo XVIII. Algunos de los grandes bailes fueron rodados en el interior del Holburne Museum, una galería de arte, y en las salas del Guildhall, un edificio municipal de finales del siglo XVIII que se utiliza para grandes fiestas y banquetes. Las secuencias en los jardines, en cambio, están rodadas en el Prior Park de Bath, extendido sobre un valle, con un aire de esa misma época, donde es fácil reconocer su puente palladiano, datado en el año 1755.
En Los Bridgerton descubriremos otras localizaciones de la vecina ciudad de Salisbury, con muchos rincones que aún conservan el ambiente del siglo XVIII, pero también en Londres. Por ejemplo, la mansión Bridgerton es una casa real del barrio de Greenwich, que se conoce como Ranger’s House y que alberga en su interior una de las colecciones de arte privado más grandes de Europa: la Wernher Collection. Y, por supuesto, están los palacios reales como Hampton Court, situado en Richmond, una localidad cerca de la capital británica, reconocible por su fachada exterior de ladrillo rojo. El salón del trono que aparece en los bailes de las debutantes pertenece a la Double Cube Room de Wilton House, en Salisbury, una de las mejores casas señoriales del Reino Unido, en la que están filmados algunos de los momentos cumbre de la serie.
‘Los Bridgerton’ se puede ver en Netflix.
Un cura detective en Cambridgeshire
En las series inglesas se pueden encontrar todo tipo de detectives aficionados. En Grantchester el aficionado a resolver crímenes es nada menos que el párroco local (anglicano) quien además tiene una agitada vida sentimental. La serie es la adaptación de una serie de libros de suspense, The Grantchester Mysteries, de James Runcie, inspiradas en el padre del propio Runcie, que después de pilotar tanques durante la Segunda Guerra Mundial, se hizo pastor anglicano y llegó a convertirse en Arzobispo de Canterbury. Grantchester se ambienta en los años 50 y en un pequeño pueblo de la campiña inglesa, en esta ocasión cerca de Cambridge. Y una vez más, se trata de una serie de calidad, con estética vintage y guiños a las historias de Agatha Christie, con buenas interpretaciones y maravillosos paisajes como telón de fondo.
Grantchester existe: es un pueblo sobre el río Cam, al que suelen escaparse en bote los estudiantes desde Cambridge, para hacer picnic en sus praderas y jardines. Hay incluso un jardín de té (The Orchard) donde se sirven el típico té inglés desde 1897 y es toda una tradición entre los estudiantes acercarse allí. Es un agradable pueblo residencial que presume de tener la mayor concentración de ganadores del Premio Nóbel, la mayoría académicos o investigadores retirados de la cercana universidad. Hay un bonito sendero peatonal desde Cambridge, y por el pueblo se ofrecen tours guiados que siguen los escenarios de la serie.
‘Grantchester’ se puede ver en Amazon Prime Video.
Los jardines de Harewood House, en West Yorkshire, uno de los escenarios de la serie ‘Victoria’. LEE BEEL ALAMY
Otras series, otros lugares
La lista de series que nos llevan de viaje por Inglaterra es infinita. Por ejemplo, los Costwods que aparecen en Agatha Raisin, en la que una relaciones públicas londinense se traslada a un pequeño pueblo buscando tranquilidad para encontrarse una villa plagada de asesinatos y misterios. El ficticio Carseley es en realidad un resumen de muchos pueblecitos de ensueño de esta región de la campiña inglesa. Se rodó en lugares como Stown, Chipping Campden, Evesham o Moreton-in-Marsh, todas pequeñas villas que conservan intacto el esplendor rural británico.(‘Agatha Raisin’ puede verse en Movistar + Cosmo).
Quienes hayan visto Back to Life se habrán podido pasear con la protagonista por las costas de Kent, al sureste de Inglaterra. Se trata de una historia actual sobre la reinserción de una mujer al salir de la cárcel y el complicado regreso a su lugar de origen. Uno de los escenarios más recurrentes es el acantilado de Abbot, con su pared blanca y su espejo sonoro en lo alto: una suerte de bloques de hormigón que se colocaron en las costas de Inglaterra durante la II Guerra Mundial y que pueden captar ruidos desde grandes distancias. También aparece en muchas ocasiones el paseo marítimo de Hythe, sobre la playa del pescador, en el Canal de la Mancha, donde todavía se puede ver a los pescadores remendando sus redes. (‘Back to Life’ puede verse en Filmin).
Vera es la historia de una peculiar agente de policía, ya mayor y con un fuerte carácter, ambientada en esta ocasión en el condado de Northumberland, concretamente en Newcastle y en la pequeña ciudad de Blyth, en la costa este del país, cerca de la frontera con Escocia. La serie nos permite ver este tramo de litoral que va desde Newcastle hacia el sur hasta Hartlepoool, con sus playas llenas de grandes rocas. También nos asomaremos a lugares como la pequeña y pintoresca Rothbury, un buen lugar para caminar por el campo, igual que el pueblo de Edmundbyers. Pero muchas de las investigaciones de Vera se llevan a cabo en Newcawstle, una de las grandes ciudades del norte del país, con edificios victorianos en su zona más antigua y construcciones de vanguardia como el Millenium Brigge o el enorme y curioso edificio Sage. (‘Vera’ puede verse en Amazon Prime Video).
Y volviendo a los escenarios de época, la serie Victoria promete todo un paseo por los escenarios más reales de Inglaterra. Es una producción de lujo que recrea el reinado de la famosa monarca inglesa (1837-1901) que representó toda una época. Para esta ficción se han buscado lugares de rodaje impresionantes que llegan a tener más protagonismo que los propios actores, como Harewood House, una espectacular mansión campestre famosa por su colección privada de pintura y artes decorativas, no lejos de Leeds, en Yorkshire, convertido en el palacio de Buckingham. O Beverley Minster, una de las obras maestras de la arquitectura gótica inglesa, en Yorkshire, que se adecuó para recrear la coronación de Victoria en Westminster. En el mismo condado, Wentworth Woodhouse también aparece en escenas como el palacio de Kensington o el mismo Buckingham: es la mansión privada más grande de Gran Bretaña, con 202 metros de fachada. (‘Victoria’ puede verse en RTVE Play).
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