Un zurdazo directo a la historia

Pasan las horas y el regusto de una noche mágica sigue endulzando el paladar de la afición txuri urdin. El recuerdo de ese zurdazo de Januzaj, cuando el reloj amenazaba con un final amargo e injusto a la temporada, sigue grabado en sus retinas. Un disparo del que ya cuelga esa etiqueta privilegiada, reservada para ocasiones únicas: la de gol inolvidable.

La imaginación de Januzaj en el Wanda se hizo su hueco junto al oportunismo de Juanmi en Vigo, sobre la bocina de la temporada 2016/2017. El cabezazo del malagueño en el segundo palo a la salida de un córner puso el 2-2 en el minuto 94, otorgando a la Real la sexta plaza final, superando al Athletic.

Una lista de honor en la que aparece Antoine
Griezmann. Cómo no. Lo hace un peldaño por encima, ya que su gol en Riazor, en la última jornada de la temporada 2012/2013, supuso una clasificación para la Champions, aunque sin ese punto extra de euforia que añade un cronómetro agonizando. El francés aprovechó un rechace a los 22 minutos para dar los tres puntos a la Real en una noche en la que el entonces sevillista Negredo, con un póker ante el Valencia, se convirtió en el aliado perfecto para redondear la obra.

El domingo en el Wanda, Januzaj intuyó una grieta entre Lodi y Carrasco, que sólo pudieron frenarle con una falta en el lado derecho del área. El belga decidió que era el momento de crear, a falta de pocos minutos y perdiendo 1-0, y en lugar de centrar le pegó duro, seco. El balón fue a la red para colarse entre los grandes goles de la historia de la Real. Una lista encabezada por un nombre propio: Jesús
Mari
Zamora.

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