La periodista Denise Dresser (de espaldas) cuestiona a López Obrador durante su conferencia matutina del 29 de enero de 2020.Andrea Murcia Monsivais (Cuartoscuro)
La politóloga Denise Dresser ha emprendido una batalla legal contra el presidente Andrés Manuel López Obrador por lo que dice en sus conferencias matutinas contra sus opositores. Después de cuatro años de conferencias diarias, esta es la primera acción legal que se ha presentado y que busca delimitar los dichos del mandatario, quien desde esa tribuna informa sobre los avances de sus proyectos gubernamentales, pero también critica a sus opositores y a las instituciones con las que no está de acuerdo.
En su columna de este lunes en el diario Reforma, la académica ha dado a conocer que en septiembre del año pasado presentó una demanda de amparo en la que acusa al presidente López Obrador de violar principalmente sus derechos, concretamente: su derecho a la libertad de expresión y su derecho de réplica. También ha revelado que, después de seis meses y de que la jueza pidiera licencia médica, la secretaria en funciones determinó hace una semana que Dresser no se puede amparar contra las mañaneras porque no constituyen un acto de autoridad, a pesar de que se utilizan recursos públicos para llevarlas a cabo; así como que lo que el presidente dice en sus conferencias diarias son opiniones y son un ejemplo de libertad de expresión.
Finalmente, citando la recién creada Ley General de Comunicación Social, la secretaria en funciones de la jueza, indica que las mañaneras no constituyen una campaña gubernamental y no son propaganda. “La secretaria en funciones de manera increíble y absurda me aplica retroactivamente el ‘plan b’, una reforma electoral a la ley que se publicó apenas en el Diario Oficial de la Federación el 22 de febrero, a un amparo que yo metí en septiembre”, asegura la también profesora del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) en entrevista con este diario.
Dresser durante una protesta de madres buscadoras, el 10 de mayo de 2019, en Ciudad de México.NurPhoto (via Getty Images)
Tras la sentencia, asesorada por el Consejo Nacional de Litigio Estratégico, Dresser ha presentado un recurso de revisión en un tribunal colegiado en materia administrativa, impugnando principalmente los argumentos basados en el “plan b” de la reforma electoral, y espera que eventualmente su caso sea atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La politóloga explica que decidió emprender esta acción después de que, en una conferencia, el presidente López Obrador asegurara que fue informante en la Embajada de Estados Unidos en su contra. La prueba, de acuerdo con el mandatario, era un cable filtrado por Wikileaks, que señala que Dresser proporcionó a Estados Unidos un perfil del tabasqueño.
La académica asegura que las críticas del presidente López Obrador tienen un efecto exponencial sobre el periodismo en México, que provoca que los periodistas, que son vulnerables, lo sean todavía más. “Esa violencia verbal del presidente da permiso a otros para agredir y eso es inhibitorio de la libertad de expresión. En mi caso no me callo, pero muchos otros periodistas en situaciones de vulnerabilidad se sentirán cohibidos, sabiendo que si el presidente los nombra en la mañanera van a ser objeto al menos 48 horas, amenazas de muerte, insultos, memes y eso puede saltar a las calles poniendo en peligro tu integridad física”, asevera.
Destaca que en la sentencia, la secretaria en funciones le indica que para ejercer su derecho de réplica podría ir a la conferencia matutina. “Si el presidente reconociera mi derecho de réplica conforme lo que indica la ley, tendría que permitirme ir 87 días consecutivos, pararme ahí a su lado en la plataforma, usar la pantalla y darme el mismo tiempo que se ha referido a mí para yo contra argumenta frente a sus injurias”, expone Dresser.
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