Sostiene Imanol que la Real tiene que hacer muchas cosas bien, prácticamente todo, para derrotar a este Barcelona, que viene ‘on fire’ y con su crack Messi desatado. Pero el vigente campeón de Liga y líder de la clasificación también tendrá que ofrecer una buena versión esta tarde (Anoeta, 16 horas) para derrotar a la escuadra txuri urdin. No sólo tendrá enfrente a un muy buen rival que puede desarbolar a cualquiera por muy grande que sea cuando despliega su mejor fútbol. Jugará ante más de 35.000 almas que se desgañitarán desde las gradas para ayudar a a los suyos, con eternas ganas de ‘vendetta’ para restañar los históricos agravios propiciados por el oponente. También tendrá que luchar la troupe de Messi contra la tradición en Anoeta, hasta hace dos años su particular ‘Triángulo de las Bermudas’, donde hasta el astro argentino coleccionador de Balones de Oro pierde sus superpoderes. Y, por supuesto, queda por ver cuál es la energía que envíe el inolvidable Pato
Reizabal, fallecido hace sólo cuatro días, desde donde demonios se encuentre, porque a nadie como a él le ilusionaría un triunfo txuri urdin.
Se enfrentan dos auténticos equipazos en Anoeta: una Real que con el retorno hace unas semanas de Odegaard ha recuperado sus constantes de juego asociativo y oleadas de ataque vertical demoledor, como demostró en el último partido contra el Eibar. Y un Barcelona al que se le caen las victorias en las últimas semanas, seis seguidas entre Liga y Champions, con un Messi desbocado, descansado porque no jugó el martes en Milan ante el Inter y laureado, con su sexto Balón de Oro bajo sus antenas de ‘pulga’. El ‘10’ ha marcado 12 goles en sus últimos ocho partidos de Liga, ha dejado su letal picotazo en todos menos uno. Traigan la kryptonita, muchachos.
La Real ha perdido en sus dos últimos duelos en Anoeta ante el Barça, pero en partidos en los que no estuvo lejos de puntuar. No obstante, su balance de enfrentamientos ante los blaugrana, de largo el mejor equipo de la década en la Liga, es positivo desde el ascenso: cinco victorias, dos empates y tres derrotas, con hitos históricos como el gol de Agirretxe la víspera de San Sebastián, la heroica remontada el año del retorno a Primera para salvar el récord de imbatibilidad y el cabezazo ganador del juvenil Oyarzabal. Toda Gipuzkoa aguarda hoy otra hazaña y una nueva imagen icónica imborrable.
Para soñar con alcanzarla, Imanol planea meter a todos sus cracks en la alineación y no variar un ápice su habitual proceder y la filosofía con la que acomete los partidos. La ausencia de Aritz por lesión y de Le
Normand por sanción genera un socavón en el centro de la defensa que el oriotarra solucionará colocando de nuevo a Zubeldia de central junto a Llorente. Con la vuelta de Zaldua, los demás serán los de siempre. La novedad en la convocatoria es la presencia del central zurdo Modibo
Sagnan, el fichaje más ‘random’ del pasado verano, que aún no ha debutado. Si se cumplen las previsiones, Guevara tratará de sujetar un bloque ofensivo conformado por Merino, Odegaard, Portu, Willian y Oyarzabal.
Pendientes del ‘clásico’
La Real defiende su cuarta plaza ante un Barcelona que viene de golear al Mallorca (5-2) y de derrotar con inhabituales al Inter (1-2). Aparte de Messi, Griezmann vuelve al lugar donde forjó su talento, ya algo más acoplado a sus compañeros, y Luis
Suárez, con la confianza de marcar la semana pasada el mejor gol de su carrera a su juicio. No necesitan convocar a un ejército de musas para marcar gol y poco les importa tener buena parte de sus neuronas más pendiente del clásico del próximo miércoles. Volvieron Alba y Semedo a la lista y están K.O. Arthur
Melo y Dembélé.
Gipuzkoa sueña con la campanada. Y que los cohetes lleguen al cielo para que los oiga Pato.
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