La defensa del Deportivo Alavés ha sido fundamental en los éxitos del equipo en las últimas campañas. Salvo en las once jornadas de Liga disputadas tras el confinamiento, en las que el equipo se hundió por completo, el buen trabajo de los hombres de atrás ha situado siempre al conjunto gasteiztarra entre los menos goleados.
Este buen hacer no pasa desapercibido para las secretarías técnicas de otros conjuntos. De hecho, los nombres de Fernando Pacheco, Laguardia, Rodrigo Ely o Rubén Duarte, entre otros, han estado subrayados en la planificación de fichajes de clubes importantes.
Hasta ahora, salvo en el caso de Maripán, por el que la entidad gasteiztarra cerró el traspaso más caro de su historia -el AS Mónaco abonó por él alrededor de 15 millones de euros-, Sergio Fernández ha preferido mantener a estos futbolistas en la disciplina albiazul pese a recibir propuestas importantes.
Sin embargo, la crisis económica originada por la pandemia bien podría cambiar esta idea. “Queremos seguir contando con los mejores jugadores para lograr nuestro proyecto”, afirmó recientemente el director deportivo babazorro. No obstante, también dejó claro que “una cosa son las necesidades del equipo y otra las oportunidades que surjan en el mercado”.
Si llegara una oferta interesante, el Alavés se planteará sin duda cerrar un traspaso que aporte oxígeno en forma de euros para cuadrar las cuentas de este nuevo ejercicio, que se presenta “muy complicado”, según insiste el propio club.
Rubén Duarte
El defensa, que llegó a Vitoria-Gasteiz procedente del Espanyol en el verano de 2017, es un jugador cotizado. Con 24 años, cumplirá 25 en octubre, goza ya de una experiencia muy importante en Primera División y es todo un ejemplo de regularidad. “Lleva más de 300 partidos en Primera”, recordó la pasada semana el director deportivo albiazul.
En el Alavés, cada temporada está en el podio de los tres futbolistas más utilizados y, salvo a Luis Zubeldía, que prefirió hacer experimentos con Alfonso Pedraza como lateral en el arranque del curso 17-18, ha convencido a todos los entrenadores que ha tenido en Mendizorrotza –Javi Cabello, De Biasi, Abelardo y Asier Garitano-.
Tal y como desveló el propio Sergio Fernández, el Alavés descartó el pasado verano una oferta por él de ocho millones de euros. En las últimas fechas, aunque por ahora sin ofertas concretas, varios clubes han preguntado por él. Con contrato hasta junio de 2023, el Alavés tiene la sartén por el mango a la hora de decidir su futuro.
Entretanto, el andaluz prosigue con la recuperación de la fractura en el meñique de su pie izquierdo que sufrió en julio, durante el partido en Valladolid. Aunque ha empezado la pretemporada a menor ritmo que el resto de compañeros, se espera que pueda iniciar la competición con normalidad.
Pesos pesados
Algunos de los hombres clave en el engranaje albiazul empiezan ya a acumular años y el núcleo del equipo necesita savia nueva, jugadores que lleguen para compartir la responsabilidad y ser también importantes.
Una campaña más, Fernando Pacheco y Víctor Laguardia continuarán siendo dos de los bastiones. Rodrigo Ely, a pesar de que en la última campaña ha bajado su rendimiento, es otro valor seguro en el eje de la zaga.
Los tres, año tras año, han despertado el interés de otros equipos. El Sevilla ha flirteado sin éxito en los últimos veranos con el portero, pero sin poner el suficiente dinero encima de la mesa para seducir al Alavés. El pacense, con buen cartel también en la Premier League, tiene contrato hasta 2023 y una cláusula de 40 millones de euros.
Laguardia, que en noviembre cumplirá 31 años, está llamado a ser una temporada más el Kaiser babazorro. Es uno de los zagueros más regulares de LaLiga y en su día, cuando Marcelino García Toral estaba en el banquillo, el Valencia quiso incorporarlo como cuarto central. Sin embargo, el Alavés consideró insuficiente el dinero ofrecido por la entidad ché. Según desveló el propio Sergio Fernández, la entidad de Mestalla también se interesó por Rodrigo Ely, otro zaguero albiazul cotizado en el mercado.
Source link