Por muchos y variados motivos la Real Federación Española de Fútbol no atraviesa por un buen momento. Tiene que ver casi todo con las dimisiones que se han producido en las últimas semanas en el seno del departamento de Integridad y de la Comisión de Ética del ente federativo. La más significativa, la de Ana Muñoz, vicepresidenta y responsable del primer departamento citado. Cuenta el diario ‘El Mundo’ en su edición de este martes que uno de los desencuentros que tuvo con Luis Rubiales se produjo a raíz de unas declaraciones de Sergio Busquets que Ana Muñoz quiso denunciar ante el Comité de Competición a dos días de que se jugara el Clásico entre el
FC Barcelona
y el Real Madrid el pasado 18 de diciembre.
Según el citado medio, el 16 de diciembre pasado, Muñoz junto a media docena de altos directivos le dijeron a Rubiales que era necesario remitir a Competición una frase pronunciada por Busquets dos días antes, en las que tras el partido Real Sociedad-FC Barcelona dijo del árbitro Alberola Rojas que “ha visto el penalti a Piqué y no lo ha querido pitar”. Rubiales se enfadó y se negó, argumentando que era algo inoportuno ya que dos días después se jugaba el Clásico.
‘El Mundo’ explica que “la discusión subió de tono, con reproches del presidente, y provocó una situación desagradable”.
No a la intermediación de Piqué en la Supercopa
Cuenta también ‘El Mundo’ que Ana Muñoz no era partidaria de que se jugara la Supercopa de
España en Arabia Saudí
debido a la vulneración de los derechos humanos en ese país. Además, era contraria a la intermediación de Kosmos, empresa de Gerard Piqué, al tratarse de un jugador con licencia.
Estos episodios y algunos otros abrieron una fuerte crisis en la RFEF. Ana Muñoz dimitió el pasado 29 de diciembre, mientras que los dos vocales de la Comisión de Ética, Araceli Mangas y José Luis Pérez Triviño hicieron lo propio en enero. El presidente, Manuel Villoria, fue destituido. En el trasfondo de todo está en el enfado de Rubiales por diferentes actuaciones de los anteriores. Con Ana Muñoz ya tuvo un enfrentamiento porque fue la única en votar en su momento a favor del cese de Andreu Subies, acusado de haber desviado fondos supuestamente. Los expedientes abiertos por la Comisión de Ética al dirigente canario Antonio Suárez Santana, después de que la Audiencia Nacional le imputara por estafa, y al riojano Jacinto Alonso, acusado de lucrarse con comisiones, molestaron a Rubiales, al tratarse de algunos de sus principales apoyos. La relación entre el presidente y algunos miembros de Ética era insostenible. Rubiales pensaba prescindir de ellos aunque antes llegaron las dimisiones.
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