Las selecciones de España y Rusia, lejos de haber acabado su participación en el Eurobasket 2021, tras haber sido eliminadas por Serbia y Bélgica, respectivamente, disputarán este sábado una auténtica final en la que se juegan su participación en el Mundial del año que viene.
La FIBA cambió el formato de clasificación para el Mundial y por parte de Europa irán al premundial, que se disputará en el mes de febrero, las seis primeras clasificadas en el Eurobasket. No hay otra opción y por eso el partido ante Rusia es una auténtica final.
Si se gana se participará en uno de los cuatro premundiales, con cuatro equipos cada uno y de los que sólo el último no se clasificará para Australia 2022. Si se pierde, la selección no tendrá actividad el año que viene. De ahí la importancia del partido ante las rusas.
España lleva participando de forma ininterrumpida en la cita mundialista desde 1994, siete campeonatos seguidos, y en los tres últimos subió al podio: bronce en 2010, plata en 2014 y bronce en 2018. Por lo que no estar siquiera en Australia 2022 sería un ‘palo’ muy grande.
Rusia era una de las favoritas para la lucha por las medallas en el Eurobasket, igual que España, y ahora ambas se ven abocadas a una final en la que se juegan todo el año 2022.
Será un partido tenso, complicado, en el que la defensa y el rebote serán vitales para frenar a la joven pívot Maria Vadeeva (1,93 metros, 22 años), una de las grandes estrellas rusas y su máxima anotadora con casi 20 puntos por partido.
La alero Raisa Musina, la ala-pívot Nina Gloti y la escolta Elizaveta Komarova deberán ser otros de los focos de atención de una defensa española que debe ser más activa y efectiva que nunca.
Los problemas físicos de Laura Gil son una de las preocupaciones del equipo español, aunque estos dos días de descanso han tenido que servir para regenerar fuerzas y, sobre todo, limpiar la cabeza de un equipo que acabó muy tocado por la derrota ante Serbia en la prórroga.