Donald Trump abordó en una reunión con donantes de abril de 2018 el despido de la entonces embajadora estadounidense en Ucrania, Marie Yovanovitch, uno de los asuntos que se juzgan en el impeachment al presidente. Lo hizo de forma cruda, agresiva, y en conversación con dos empresarios ucranios a los que ahora dice desconocer, Lev Parnas e Igor Fruman, que colaboraron en la campaña de presiones al Gobierno de Kiev. Los detalles se conocen a través de la explosiva difusión este sábado de una grabación de vídeo tomada con el teléfono móvil de Fruman.
El documento, de 80 minutos, resulta chocante no solo por lo concerniente al escándalo ucranio, sino por el modo en el que el mandatario comparte información de todo tipo -desde la crisis de Ucrania y Rusia, a la construcción del muro con México- con donantes en una cita privada en su hotel de Washington.
“Despídela, échala mañana. No me importa. Échala mañana. Sácala. ¿De acuerdo? Hazlo”, recalca el republicano a alguien, después de que quien parece ser Parnas le comente que “el gran problema” es la embajadora, que va “diciendo a todo el mundo: ‘ya verán, le van a someter a un impeachment”. Yovanovitch es una de los testigos que prestó declaración en la Cámara de Representantes en la fase de investigación previa del juicio a Trump y testificó que había sido despedida tras una campaña de desprestigio en represalia por no colaborar con las supuestas presiones a Kiev para obtener trapos sucios sobre los rivales políticos del presidente.
La cadena ABC avanzó este viernes la existencia de esta grabación, hecha pública por el abogado de Parnas, y este sábado medios como Associated Press o The New York Times han desgranado su contenido. Las imágenes están tomadas a traición, dado lo escaso y reducido de los planos, muchos cenitales.
Por la mañana, el equipo legal del presidente ha comenzado su turno de defensa y asegurado que las maniobras del mandatario resultan legítimas. Trump está acusado de abuso de poder por presionar a Ucrania para lograr que anunciase investigaciones que perjudicarían a los demócratas, en concreto, una sobre Joe Biden, el precandidato presidencial demócrata que lidera los sondeos, y el hijo de este, Hunter, que estuvo a sueldo una empresa gasista ucrania -Burisma- mientras su padre era vicepresidente de Obama. El abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, orquestó buena parte de esta campaña de presiones a través de una diplomacia paralela y se asoció, entre otros, con Parnas y Fruman.
En el vídeo, el presidente habla algo más sobre la guerra que Ucrania mantiene con separatistas prorrusos en el este del país y pregunta: “¿Cuánto cree que durarían en una lucha con Rusia?”. “No mucho”, responde Parnas. El pasado verano, la Casa Blanca congeló la entrega de casi 400 millones en ayudas militares a Ucrania, previamente aprobadas por el Congreso, en lo que, según los fiscales del impeachment, fue un mecanismo de coacción contra Ucrania para forzar las pesquisas.
Parnas y Fruman fueron detenidos el pasado 9 de octubre por un presunto delito de financiación ilegal de campaña ajena a los servicios que prestaron para Giuliani en el escándalo de Ucrania. El abogado de Parnas, Joseph Bondy, señaló este sábado que ha entregado la grabación “en un esfuerzo de proporcionar claridad al pueblo estadounidense y al Senado, por la necesidad de conducir un juicio justo, con testigos y pruebas”.
Según Associated Press, en esa reunión de donantes del abril de 2018 también participaron el hijo mayor del presidente, Donald Trump Junior; el exasesor Johnny DeStefano; Jack Nicklaus III, hijo de un icono del golf y el promotor inmobiliario neoyorquino Stanley Gale, entre otros. El ambiente parece distendido a juzgar por los comentarios que se vierten. “Ya sabéis que Kim Yong-un es un gran golfista”, señala en un momento, para carcajadas de los asistentes.
En otra ocasión, se refiere al polémico muro que quiere construir en la frontera con México y lamenta que no puede hacerlo de hormigón, como deseaba, ya que “hay que poder mirar a través de él”. Trump se queja también de que no le esté permitido celebrar encuentros con donantes en la propia Casa Blanca. En un momento, según AP, hace referencia al mundo de los medios. Considera que las revistas están muertas, pero que la televisión por cable va bien, para luego advertir entre risas de que, “si algún día pierde”, la televisión “está muerta”. “¿Se imaginan que tuvieran un candidato normal?”, bromea.
La cordialidad ha terminado. Desde el arresto, Parnas ha entregado al Senado mensajes de voz y escritos, además de notas a mano, que dan cuenta de las presiones a Ucrania. Además, ha hablado, y mucho, con los medios. “El presidente Trump sabía exactamente lo que estaba pasando. Estaba al corriente de todos mis movimientos. Yo no hacía nada sin el consentimiento de Rudy Giuliani o el presidente”, aseguró Parnas en una entrevista en la cadena MSNBC. Ya lo dijo Trump, el negocio de la televisión va bien.
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