El fútbol femenino crece a pasos agigantados, aunque cae en los mismos o parecidos errores que el masculino. La tendencia general pasa por ensalzar todo tipo de récords. Unas veces de títulos, otras de puntos, en ocasiones de goles y de forma puntual de asistentes o incluso telespectadores. Cosa de los nuevos tiempos
En medio de esta coyuntura enfocada hacia la mejora de las condiciones y derechos como profesionales de las futbolistas y de potenciar el pulso Barça-Madrid merece la pena reparar y destacar una noticia que trascendió la semana pasada en la órbita del Athletic. Vanesa Gimbert se retira al acabar esta temporada. La ahora jugadora rojiblanca cuelga las botas a sus 42 años de edad tras más de dos décadas en Primera y algunos otros años en su Mondelia Montilla.
Más allá de su trayectoria en clubes como Levante, Estudiantes Huelva, Sevilla, Rayo, Espanyol y Athletic; la futbolista más veterana en activo de la Liga Iberdrola representa los valores auténticos de este deporte en su versión femenina durante los tiempos más duros y difíciles. Muchas de las futbolistas que ahora salen en la tele le deben mucho a esta jugadora que empezó a dar patadas al balón cuando muy pocas niñas lo hacían y no han parado desde entonces. Una referente, sin duda.