La Neta Neta

Una grieta frente al odio y el olvido en plena negociación entre el PP y Vox

Familiares de los fusilados en Villadangos del Páramo se abrazan junto a la fosa abierta en el cementerio de la localidad. / JAVIER BAULUZ
Familiares de los fusilados en Villadangos del Páramo se abrazan junto a la fosa abierta en el cementerio de la localidad. / JAVIER BAULUZ

Santos Francisco Díaz, Francisco Rojo Álvarez y su hermano Jesús; Serapio Pedrejón, Casimira Marcos y su hijo Francisco… Son algunas de las 85 víctimas fusiladas en Villadangos del Páramo (León) en 1936. El más joven tenía 16 años. La mayoría dejaba detrás una colección de hijos, nueve en el caso de Federico Sacristán. Jesús Luengo no llegó a conocer al último; Tomás Toral, al primero. Sus bebés nacieron después de su fusilamiento. Eran maestros, concejales, veterinarios, miembros de UGT… Todos fueron ejecutados sin juicio ni sentencia el año que estalló la Guerra Civil.

Tras más de una década de investigación y después de una especie de referéndum en el que un grupo de vecinos trató de frenar la operación, familiares de los fusilados de Villadangos del Páramo han logrado abrir, gracias a los técnicos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), una de las fosas donde fueron arrojados. La exhumación se ha realizado en plenas negociaciones entre el PP y Vox tras las elecciones en Castilla y León. Una de las condiciones que el partido de Santiago Abascal ha puesto sobre la mesa es acabar con la legislación que promueve el rescate de las víctimas de la Guerra Civil de enterramientos clandestinos como este. En el pueblo, de 1.163 habitantes, el PP obtuvo en los recientes comicios 217 votos; Unión del Pueblo Leonés, 148; el PSOE, 118; Vox, 100; Podemos, 23 y Ciudadanos, 10.

A pie de fosa, Marco Antonio González, vicepresidente de la ARMH, explica: “Durante mucho tiempo trataron de desanimarnos. ‘No vais a encontrar nada’, nos decían. La exhumación era muy complicada técnicamente porque en este cementerio ha habido muchas construcciones posteriores. Los enterraron inicialmente en la zona no católica. Las 85 víctimas fueron traídas en 20 sacas del campo de concentración de San Marcos. En un pasillo de unos tres metros de ancho entre panteones hemos hallado siete cuerpos. Y eso ha servido para acabar con el silencio impuesto durante tantos años, para recuperar las historias de los fusilados y para hacer pedagogía. Si alguien mira de frente a sus familiares en la fosa y no siente empatía, ya no es un problema político, sino de falta de humanidad”.

Técnicos de la ARMH trabajan en la fosa de Villadangos del Páramo (León). / JAVIER BAULUZ

“Estaba a punto de casarse”

Entre los huesos han aparecido unos gemelos, un peine, un espejo… Carmen Méndez, sobrina nieta de una de las víctimas, relata que la familia siempre supo que Urbano González Soto, concejal socialista, había sido fusilado porque cuando lo mataron llevaba en el bolsillo del abrigo una fotografía suya que un cura devolvió a su tía. “Tenía 29 años y estaba a punto de casarse. Yo me he metido en esto por mi abuela, que fue la que me contó la historia. Ella, que ahora tiene 95 años, siempre pensó que lo habían matado por envidias porque tres días antes había ganado a las cartas a un grupo de falangistas. Tuvieron que callar durante mucho tiempo y ahora nos toca a nosotros hablar de ellos”.

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Familiares de las víctimas se han acercado a la fosa desde Madrid, Cataluña, País Vasco, Asturias y la provincia de León. Olga Rodríguez, bisnieta de Santos Francisco Díaz, uno de los fusilados, celebra que después de haberse opuesto a la exhumación, estos días, “por primera vez”, vecinos del pueblo les hayan dicho que entendían sus motivos.

Redacción (DL)

Javier Bardem: “Nos hacéis mejores”

Alrededor de la fosa han colocado carteles con fotografías de los fusilados y sus breves biografías. Este sábado, la ARMH ha celebrado un emocionante homenaje en el Teatro San Francisco de León. El actor Javier Bardem ha enviado un vídeo para felicitar a los familiares: “Sé que para vosotros ha sido un camino muy largo. Me gustaría deciros que en vuestra búsqueda, en vuestro empeño de no rendiros y mantener viva la llama del recuerdo, nos hacéis mejores a todos. La dignidad de negarse al olvido, a la desmemoria, a que se borraran las huellas de quienes dieron lo mejor de sí por la democracia nos ha hecho mejores a todos. Un país sin memoria es un país sin raíces”. También Penélope Cruz se ha sumado al homenaje enviando un fuerte abrazo a las familias, así como Aitana Sánchez Gijón: “Más vale tarde que nunca. Cuando las heridas no se cierran se van pasando de generación en generación. Ya era hora de poder finalizar ese duelo eterno e injustamente alargado”.

Para el actor Juan Diego Botto, hijo de uno de los miles de desaparecidos de la dictadura argentina, la exhumación ha sido “una victoria”. “Gracias al empeño de los familiares que atendieron al legado de la sangre para dar a los suyos una digna sepultura y gracias a la tenacidad de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica se ha abierto una brecha en el olvido. Estamos recuperando una parte de nuestra identidad”, subrayó. Emilio Silva, presidente de la ARMH, destacó que las víctimas del franquismo luchaban por la democracia, es decir, “por una sociedad mejor”. “Nunca se lo podremos agradecer suficientemente”.

Durante el acto se recordó con emoción a Rufino Juárez, hijo de uno de los fusilados enterrados en Villadangos e impulsor de la exhumación. En la tumba de su madre, esperando poder encontrar algún día los restos de su padre, había colocado una placa que decía: “Y seguimos esperando tu vuelta de tan largo paseo. Se nos agota el tiempo”. Rufino aún no había cumplido dos años cuando mataron a su padre y falleció el pasado septiembre, a los 86, sin haber podido reunir a sus padres. Su hija Mercedes explicó cómo su hermano, sus primos y ella misma habían tomado el relevo en tan noble misión.

En el homenaje, Luisa y Cuco Pérez, hijos y nietos de exiliados que en los últimos años han recuperado las canciones que su madre y otros refugiados españoles coreaban en los campos de concentración franceses, tocaron uno de aquellos temas. La cantante Rozalén interpretó Anda jaleo, canción popularizada por el poeta Federico García Lorca.

Las construcciones posteriores impiden recuperar a las 85 víctimas enterradas en Villadangos, pero los familiares celebran el hallazgo de esos siete cuerpos como un triunfo colectivo, y el homenaje que permitió recordar públicamente sus historias, como una reparación para todos.

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