El pasado 5 de agosto llegó a la vida de Sandra Bullock la peor de las noticias: su pareja, Bryan Randall, había fallecido. El fotógrafo perdía la vida después de una larga lucha contra ELA, enfermedad que llevó en la más absoluta discreción, pues ni siquiera había trascendido a la prensa. «Bryan decidió mantener su vida con la ELA en la intimidad, y todos los que le cuidamos hicimos todo lo posible por cumplir con su petición», manifestó la familia en un comunicado.
El gran amor de su vida
Sus caminos se cruzaron en 2015 cuando la actriz le contrató para una sesión de fotos por el cumpleaños de su hijo Louis. Se podría decir que fue un amor a primera vista y, aunque lo llevaron en el más absoluto secreto, oficializaron su relación en la boda de Jennifer Aniston y Justin Theroux. Juntos consiguieron formar una gran familia numerosa de la que siempre han estado muy orgullosos, pues cabe recordar que Sandra es madre de dos hijos adoptados, mientras que el fotógrafo también era padre de una niña fruto de una relación anterior.
Sandra Bullock y Bryan Randall en una premier / Gtres
A pesar de ser un tándem muy aclamado, del que nunca se conoció ningún problema y que mantuvo su amor en la intimidad de su vida más privada, ellos mismos confesaron que entre sus planes no estaba pasar por el altar. «Soy alguien que pasó por el proceso de divorcio. Encontré el amor de mi vida. Compartimos dos hermosos hijos, tres, porque él tiene a su hija mayor. Es lo mejor que hay. No quiero decirle a las personas que lo hagan como yo lo hago, pero no necesito un papel para poder ser una pareja y madre devota», sentenció la actriz.
Sandra Bullock y Bryan Randall en Nueva York / Gtres
Así hablaba sobre él
Aunque la discreción siempre ha sido la gran protagonista de su historia de amor, Bullock nunca dudó en confesar lo que significaba el gran amor de su vida. «Es super amable. Para los niños él es el número uno y yo la número dos, y lo entiendo porque es más divertido que yo y les da siempre los mejores premios», dijo para las páginas de InStyle. Además, Bryan Randall siempre fue bien acogido en la familia, y así dejaron constancia ellos mismos. «Está involucrado con su trabajo escolar, va a todas las fiestas de cumpleaños de los niños y siempre está al lado de Sandy con lo que sea que ella necesite. Han construido una gran vida juntos y los niños son la pieza central».
Sandra Bullock y Bryan Randall en Los Ángeles / Gtres
La protagonista de Gravity se retiró del cine y, por ende, de los focos. Entonces, nada hizo saltar las alarmas, pero ahora se ha especulado que lo podría haber hecho para disfrutar del tiempo que le quedaba junto a su marido. Ella dijo que quería estar «las 24 horas del día, los 7 días de la semana» con sus hijos y su familia, pero nadie supo nunca lo que realmente pasaba entre las paredes de su casa.
Un camino hacia la felicidad complicado
La vida amorosa de Sandra Bullock no fue nada fácil. Después de casarse con Jesse James y pensar que sería para siempre, su vida se desmoronó de la noche a la mañana. En 2010, la actriz descubrió las múltiples infidelidades de su marido, la más destacada la de Michelle Bombshell McGee. Su matrimonio terminó en divorcio y le costó mucho esfuerzo salir del bache.
Sandra Bullock y Jesse James en una alfombra roja / Gtres
Durante los años siguientes fue vinculada con varios hombres, como Tate Donovan, con quien terminó de la peor manera. Entonces, cerrada por completo al amor, llegó Bryan Randall a su vida y se convirtió en su gran amor. Lo que no se esperaba era perder tan pronto al hombre que le había devuelto la felicidad.