Almita Reveles vive como una persona de pequeña estatura que ha demostrado ser una gigante con baja estatura a través del deporte y una gran disposición.
Reveles sufre de acondroplasia, un problema de crecimiento que afecta a 1 de cada 25,000 niños en el mundo. Es una condición conocida comúnmente como enanismo.
La joven destaca que todo en ella es normal pero que todo está reducido, genéticamente a un tamaño pequeño.
Su enfermedad no ha sido impedimento para estar a la altura y dar la talla a sus propósitos en la vida. Uno de esos ha sido hacer ejercicios de alta intensidad y la práctica de la lucha libre
“Lo primero fue poder demostrar al mundo de que mi cuerpo puede hacer lo que cualquier persona de tamaño regular puede hacer”, señala Rveles. Me encanta la lucha libre”.
Esta tenacidad también ha sido de gran ayuda para hacer a un lado las miradas y los desplantes.
“Me molesta, a veces, que la gente se me quede mirando muy fijamente”, destaca Reveles. “Ta es algo muy normal para mi el salir a la calle y que la gente te mire con curiosidad”.
A través del tiempo también ha comprobado que la burla sobre la baja estatura es el instrumento que utilizan las personas ignorantes para sentirse grandes.
“Algunos dicen, ‘ahí va la enana luchadora’. [Son] personas que no tienen respeto por otra persona, lamentablemente”, dice Reveles. “El término enana es ya demasiado cruel para uno”.
La joven luchadora ha logrado vencer el acoso de otras personas demostrando que, cuando se trata de asumir grandes retos, la estatura es lo que menos importa.