La derrota que encajó el Athletic en Valladolid el pasado domingo vino a empeorar el momento que atraviesa el equipo rojiblanco y complicó un poco más la situación de su entrenador, Gaizka Garitano, que se jugará su puesto en los dos próximos partidos ante Betis y Getafe.
Al margen de estos hechos, este nuevo partido perdido fuera de casa certificó los problemas que tienen los leones a domicilio, donde a pesar de haber ganado en Ipurua al Eibar, habían caído ante Granada, Alavés y Osasuna antes de la visita al José Zorrilla.
Precisamente, este nuevo fiasco lejos de Bilbao supuso un nuevo récord negativo en la era Garitano, ya que es la primera vez desde que el deriotarra es entrenador del Athletic en que el cuadro rojiblanco encadena tres derrotas consecutivas como visitante.
En esta ocasión han sido tres partidos perdidos por la mínima. En Mendizorrotza y El Sadar por 1-0 y en Valladolid por 2-1.
La anterior ocasión en que esto había sucedido fue hace dos años, cuando el Athletic perdió tres encuentros seguidos que culminaron en la destitución de Eduardo Berizzo.
En la jornada 11 de esa Liga 2018-19 el equipo rojiblanco llegó a Cornellà-El Prat en plena crisis tras sumar solo diez puntos en los primeros diez partidos. Y en tierras catalanas no hubo reacción, ya que cayeron por 1-0 con un gol del entonces delantero periquito Borja Iglesias al borde del descanso.
Pocos días después, el Athletic visitó al Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano y acabó sufriendo una inmerecida derrota (3-2). Los de Berizzo comenzaron adelantándose en el marcador por medio de Williams en la primera parte. Thomas empató tras el descanso y acto seguido el mismo Williams volvió a poner en ventaja al equipo rojiblanco. Pero en el tramo final, Rodrigo puso otra vez las tablas y en el descuento Godín, que se había lesionado, sumó una victoria para su equipo con el llamado ‘gol del cojo’.
Y tras un empate contra el Getafe en San Mamés (1-1), el cuadro bilbaíno llegó muy tocado al Ciutat de València el lunes 3 de diciembre de 2018. El Levante no dio opción y goleó en la segunda parte al Athletic con tantos de Chema, Campaña y Roger (3-0).
A la mañana siguiente, la directiva que todavía presidía Josu Urrutia decidió destituir a Eduardo Berizzo como entrenador rojiblanco y poner en su sustitución a Gaizka Garitano, que consiguió reflotar a un alicaído cuadro bilbaíno en los siguientes meses.
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