Aquello de que el fútbol es como una manta corta, que si te cubre la cabeza te deja los pies al descubierto y viceversa, no le sirvió al Eibar en Pucela. De hecho, la manta de José
Luis
Mendilibar se quedó tan corta que cabeza y pies acabaron helados en el nuevo José Zorrilla, consumándose así la segunda derrota consecutiva de los armeros. Después de perder contra el Barcelona, circunstancia con la que se podía contar, el tropiezo en Valladolid sacó a relucir los peores males del conjunto azulgrana.
Porque lo cierto es que el Eibar evidenció una inusual fragilidad defensiva a la hora de intentar tapar los espacios y anular a Sergi
Guardiola y Enes
Ünal, la pareja de cañoneros del Valladolid. Sin Ramis, la línea formada por Tejero, Oliveira, Arbilla y Cote no mostró la contundencia necesaria para cerrar el candado y el dibujo del 1-0 retrató a todos y cada uno de ellos. La presión en campo contrario no surtió el efecto deseado y los blanquivioletas encontraron la llave para mandar balones a la espalda con demasiada frecuencia. Así llegó un balón desde el cielo a los pies de Óscar
Plano, que cedió a Guardiola para poner por delante a los locales mientras la defensa del Eibar reculaba sin éxito hacia el área de Dmitrovic. Pillados.
Esos primeros 45 minutos, que Mendilibar calificó como desastrosos, llegando a decir que “hemos hecho el indio”, pasan a liderar el ranking de peores actuaciones del equipo en la presente temporada. Nada salió como estaba planeado y el Eibar zozobró de manera sorprendente, como si no tuviera claro qué es lo que estaba pasando y por qué estaba sucediendo.
De hecho, esa suavidad en la zaga se contagió al resto de zonas del campo. En la medular Escalante, Diop y Expósito no lograron sujetar un barco que se iba a la deriva. Llamativo fue el paso atrás dado por el excentrocampista del Depor, cuyo bajón se notó mucho más de lo deseado en el funcionamiento del juego. Sin el de Cubellas, no hubo manera de concretar la creación de juego y toda la parcela ofensiva quedó desasistida.
Precisamente, es arriba donde empieza a asomar otro problema para Mendilibar. El póker de delanteros –Enrich, Charles, Kike
García y Quique
González– sigue sumido en el letargo. Para empezar, el brasileño, que es el único que ha visto puerta en la presente temporada, se quedó sin viajar a Valladolid. De inicio jugó Quique
González, que todavía no se ha adaptado al esquema del entrenador y no marca las diferencias. Enrich y Kike
García, por contra, aún no han ajustado la mira. El balear está lejos de su mejor nivel y el conquense, también.
Ahora Villarreal y Leganés
Los acontecimientos de esta semana marcarán el futuro a medio plazo del Eibar. El Villarreal visita Ipurua el jueves (19.00 horas) y los armeros viajan a Butarque el domingo (18.30 horas). Una victoria es el bagaje mínimo que hay que exigir al Eibar después de este descafeinado inicio de campaña.
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