El primer ministro de Suecia, el socialdemócrata Stefan Löfven, ha perdido este lunes una moción de censura del Riksdag (Parlamento). La iniciativa contra el Ejecutivo rojiverde (por su alianza histórica con los ecologistas) ha sido ampliamente apoyada por el bloque de la oposición de derechas -conservadores, ultraderechistas y democristianos-, pero también por el Partido de Izquierda, aliado externo de Löfven desde que ganó las últimas elecciones en septiembre de 2018. El mandatario tiene ahora una semana para dimitir o convocar elecciones anticipadas.
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El principio del fin de Löfven empezó a finales de la semana pasada, cuando su Gobierno anunció que se disponía a flexibilizar las rentas de los alquileres en las casas de edificios de nueva construcción. Para el Partido La Izquierda, el tema de la vivienda es una línea roja que el Gobierno socialdemócrata no debía cruzar, y así lo advirtió varias veces en el pasado. El jueves, tras el rifirrafe sobre la flexibilización de las normas de los precios del alquiler, los ultras Demócratas Suecos (SD), viendo la debilidad del Ejecutivo, se apresuraron a presentar una moción de censura en la Cámara, según cuenta la Radio Sueca. Después de duras negociaciones durante todo el fin de semana entre las diferentes fuerzas políticas con representación parlamentaria, este lunes poco antes de las once de la mañana el Riskdag ha terminado por quitarle la confianza a Löfven con 181 votos a favor de un total de 349 diputados. La moción hubiera prosperado con 175 votos favorables.
“Lo que estamos haciendo hoy [por este lunes], no lo hacemos a la ligera. Hemos hecho todo lo posible para resolver la situación. Pero cuando nadie más quiere contribuir a una solución, terminamos aquí. Está en línea con lo que prometimos [a nuestros votantes]“, ha dicho la líder del Partido La Izquierda, Nooshi Dadgostar, en un discurso en el Riksdag antes de la votación, refiriéndose a un ultimátum sobre el cambio en las normas que regulan los alquileres.
El histórico sindicalista, de 63 años, se ve ahora entre la espada y la pared. Según la ley sueca, el primer ministro, que hablará a los medios a lo largo de la mañana, o renuncia a su cargo, o convoca elecciones anticipadas, algo que no ocurría en la potencia escandinava desde 1958, según Reuters. Pese a que las últimas datan de la semana pasada, las encuestas, siguen dando como favorito al partido de Löfven.
Si el socialdemócrata, que desde este momento está en funciones, se inclinara por dimitir, el presidente del Riksdag, Andreas Norlén, de los Moderados (conservadores) tendría que iniciar el proceso conocido como talmansrunda. Consiste en mantener varias rondas de negociación para encontrar un Ejecutivo aceptado por las fuerzas en la cámara.
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