Sonaron petardos en los aledaños del Camp
Nou y sonaron petardos en muchas localidades vizcaínas. Esta vez no fueron por los goles del Athletic. Nada que ver. La de ayer era la noche de San Juan, la popular ‘Verbena’ para los barceloneses, una fiesta popular en toda regla. El gol de Rakitic, a puerta cerrada, también fue de traca.
Los de Garitano pasaron una de las anuales visitas al dentista. Todo parecía bien de principio hasta que, en el último tramo de la revisión, el odóntologo convertido esta vez en futbolista croata encontró una muela picada en la hasta entonces sólida defensa rojiblanca. ¡Qué dolor viendo lo visto hasta entonces!
La sorprendente apuesta del técnico deriotarra no dio para 90 minutos. Ni con buena parte de los no habituales de arranque, ni con buena parte de los titulares después. Es lo que tiene olvidarse de atacar con el discurrir de los minutos.
Los leones tuvieron que volver a coger el avión tras la reanudación de la Liga una vez acabado el pertinente y obligado confinamiento. Esta vez no viajaron ni en su aeronave habitual, ni con la agencia de viajes que le patrocina. LaLiga ha asumido estas funciones para ajustarse lo máximo posible al protocolo sanitario establecido de cara a esta reanudación de la competición. La organización de los desplazamientos, dicho de otra manera, corre a cargo de la entidad presidida por Tebas.
El Athletic
voló a Barcelona a primera hora de la mañana del martes y regresó en la madrugada del miércoles. Con destino, lógicamente, a Foronda y desde ahí en autobús a Lezama. Los rojiblancos disfrutarán hoy de jornada de descanso, aunque su intención inicial era hacerlo mañana. Al final Garitano ha tenido que cambiar los planes sobre la marcha, puesto que el jueves le espera a todo el grupo una nueva prueba de PCR en las instalaciones rojiblancas.
Los leones, volviendo a este primer viaje, volaron en un avión más grande de lo habitual con cada integrante de la delegación ocupando uno de cada tres asientos de la mitad de su fila correspondiente. Luego, a la llegada a la Ciudad
Condal, la expedición se hospedó en el hotel Miramar, hotel reservado ayer única y exclusivamente por el Athletic.
Los prolegómenos del partido sirvieron, por otra parte, para que el Barça tuviera un detalle con Aduriz por su retirada del fútbol. Los presidentes de ambas entidades, Elizegi y Bartomeu, posaron para la posteridad con el donostiarra y la placa en cuestión. El jugador rojiblanco también agradeció a través de las redes sociales este detalle.
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